CSN “CRISPR es una caja de herramientas con aplicaciones en todas las ciencias de la vida y de la salud” - Alfa 42 Revista Alfa

Edukira joan

Su versión de Internet Explorer no es la adecuada para una correcta visualización de esta página web. Debe utilizar Internet Explorer 9 o superior.

Aceptar

Contenido principal

Alfa 42

El primer número de 2020, trae a su portada el papel que desempeña el OIEA en la investigación de los peligros que amenazan la salud de nuestros océanos y las especies que los habitan. Abordamos también una nueva tecnología que está basada en la combinación de la tomografía por emisión de positrones y la resonancia magnética que está revolucionando la imagen diagnóstica. La matemática Emmy Noether se abrió paso entre los prejuicios sexistas del mundo académico de la primera mitad del siglo XX. A ella dedicamos las páginas de otro reportaje.
Entrevistamos a Francisco Martínez Mojica, microbiólogo descubridor del sistema CRISPR, una tecnología que permite activar, silenciar o corregir los genes de cualquier célula, y hacerlo de forma sencilla, rápida, eficaz y barata. Además, descubrimos el nuevo sarcófago de Chernóbil, cuya construcción finalizó en 2019.
La parte más técnica de Alfa está dedicada a la experiencia operativa, una herramienta de creciente importancia ya que nos permite prevenir la repetición de los errores. En el sector nuclear se realiza de acuerdo con protocolos internacionalmente reconocidos. Además, os presentamos Dosi-app, una aplicación diseñada por el CSN para gestionar las dosis de radiación recibidas por el personal que participa en emergencias nucleares y radiológicas.
Atzealdea

“CRISPR es una caja de herramientas con aplicaciones en todas las ciencias de la vida y de la salud”

En 2015, la revista Science declaró como el gran descubrimiento del año una herramienta de edición genética denominada CRISPR. En todo el mundo de las ciencias de la vida se sintió la llegada de esta tecnología como una auténtica revolución, dado que permite activar, silenciar o corregir los genes de cualquier célula, y hacerlo de forma sencilla, rápida, eficaz y barata. Sus aplicaciones abarcan numerosos ámbitos, incluyendo la mejora de cultivos, la erradicación de plagas, la investigación y el desarrollo de nuevos medios de diagnóstico, prevención y tratamiento de enfermedades, entre otros. El premio Princesa de Asturias de Investigación de ese año también reconoció el invento premiando a Jennifer Doudna y Emmanuel Charpentier, las dos investigadoras que habían puesto a punto la herramienta. Fuera quedó Francisco Martínez Mojica, un microbiólogo español que puso los primeros peldaños en el camino que llevó a esta tecnología, simplemente porque nadie en el jurado lo sabía.

Francisco Martínez Mojica, microbiólogo descubridor del sistema CRISPR

Ignacio Fernández Bayo | Periodista científico

Para sorpresa general, en enero de 2016, un artículo denominado “Los héroes de CRISPR”, publicado en la revista Cell, revelaba que el origen de esta extraordinaria herramienta se encontraba en Alicante y que era el fruto de la investigación pionera de un español, hasta entonces desconocido. Casi un tercio del artículo estaba dedicado a Mojica, y de la noche a la mañana se vio catapultado a la fama, reclamado por todas partes para ser entrevistado o para impartir conferencias por toda España y también por el extranjero. Después, su nombre empezó a sonar como firme candidato al Premio Nobel. Nadie duda de que, antes o después, el sistema CRISPR recibirá el galardón, aunque la lista de pretendientes al mismo es larga, porque el proceso para su desarrollo también lo ha sido y está jalonado por aportaciones importantes de una veintena de investigadores de todo el mundo. Se sabe que Mojica viene siendo nominado cada año por varios proponentes, pero nadie puede anticipar qué decidirá la Academia sueca cuando llegue el momento. El dice sentirse ya suficientemente reconocido con los premios que se le han entregado desde entonces y el aprecio de la comunidad científica.

PREGUNTA: ¿Le quita el sueño el Nobel?

RESPUESTA: No, no. Estaría muy ido. En octubre me molestan los periodistas y hasta se cuelan en mi despacho. Por eso, esos días me quedo en casa. Yo les digo que el día que lo concedan se llevarán un disgusto porque se lo darán a alguien que vive a miles de kilómetros de aquí. De todos modos, después de dos o tres años con la misma cantinela me di cuenta de que llegaba el día y me ponía nervioso. No vale la pena hacerse ilusiones con algo que tiene una probabilidad tan remota.

P: ¿Por qué no se ha concedido aún el premio a CRISPR cuando todo el mundo apostaba por ello?

R: Yo creo que están esperando a las aplicaciones médicas, porque parece que se concederá el de Medicina, pero