CSN “En estos momentos complicados tenemos que aprovechar todas las fuentes de energía disponibles” - Alfa 52 Revista Alfa

Salta al contigut

Su versión de Internet Explorer no es la adecuada para una correcta visualización de esta página web. Debe utilizar Internet Explorer 9 o superior.

Aceptar

Contenido principal

Alfa 52

En busca de los límites de la tabla periódica

A lo largo de siete décadas, laboratorios de investigación nuclear de Estados Unidos, Rusia, Alemania y Japón han extendido el número de elementos químicos hasta el 118, ahora intentan crear los elementos 119 y 120. Con este tema abrimos el último número de Alfa de este 2022.

En los reportajes divulgativos, te damos las claves para adentrarte en el mundo del metaverso y de la nueva versión del supercomputador español MareNostrum, que en 2023 verá la luz y permitirá avances espectaculares en diferentes áreas de investigación, como química, aeronáutica, biología molecular e incluso fusión nuclear.

Sin perder de vista la actualidad, abordamos también el Tratado de No Proliferación Nuclear y la reunión mantenida el pasado agosto en Nueva York por sus países firmantes. 

A través del resto de reportajes podrás conocer las medidas de protección radiológica que se aplican en veterinaria y recorrer los ecosistemas que se comportan como complejos castillos de naipes, donde cada especie es una carta y cuando alguna desaparece, todo el edificio se viene abajo.

Vés enrere

“En estos momentos complicados tenemos que aprovechar todas las fuentes de energía disponibles”

Yolanda Benito Moreno (Madrid, 1960) se doctoró en Ciencias Químicas en 1986 por la Universidad Autónoma de Madrid. La mayor parte de su trayectoria profesional la ha desarrollado en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), al que se incorporó en 1989, después de tres años como investigadora en el Instituto Geológico y Minero de España. Especializada en medio ambiente, dentro del Ciemat ha sido, entre otras cosas, jefa del Laboratorio de Técnicas Ambientales, responsable de la Unidad de Tratamientos de Efluentes y Residuos Industriales y subdirectora general responsable del Departamento de Medio Ambiente. Es miembro de diversos comités y paneles, entre ellos del Consejo Nacional de Clima y del grupo que elabora el informe nacional al Convenio de Cambio Climático. Fue también responsable del Área de Sostenibilidad en el Ministerio de Ciencia e Innovación entre 2008 y 2010. Desde mayo de 2022 es directora general del Ciemat, primera mujer que ocupa este cargo, aunque no quiere resaltar este hecho, porque, según dice, hay que normalizar el acceso de las mujeres a cargos de decisión.

Yolanda Benito, directora general del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas 

Texto: Ignacio Fernández Bayo | Periodista de ciencia n Fotos: Enrique de la Fuente | Ciemat

PREGUNTA: ¿Cuáles considera que son las fortalezas y debilidades del Ciemat?

RESPUESTA: Conozco bien la casa porque he formado parte de ella como responsable de uno de sus departamentos más grandes y durante los últimos años en el comité de dirección, pero es una visión diferente a la que se tiene desde la dirección general. Esta visión que estoy adquiriendo en estos meses me hace ser consciente de que realmente somos un centro muy interesante, con un gran capital humano y con una posición de representación y de desarrollo científico y tecnológico en muchas áreas que son relevantes para la sociedad.

P: Algunas de ellas insospechadas. Llama la atención, por ejemplo, que tengan un departamento de biología molecular.

R: Si, puede sorprender un poco, pero tiene su explicación en nuestro pasado como Junta de Energía Nuclear, cuando se empezaron a analizar los efectos de las radiaciones ionizantes en la salud. Después se ha ido posicionando en otras áreas que no tienen nada que ver con sus orígenes, como evolución y desarrollo de terapias para enfermedades raras.

P: ¿En qué aspectos tendría que mejorar el Ciemat?

R: Creo que sobre todo habría que mejorar más en temas de gestión que en las capacidades científico-técnicas, que creo que son realmente espectaculares. Las  cosas que centran mi estrategia tienen que ver con la gestión económica, la de recursos humanos en general y la de todos los procedimientos, para modernizarnos, adaptarnos a los nuevos marcos.

P: ¿El Ciemat es suficientemente conocido por la sociedad?

R: Yo creo que el Ciemat es muy conocido en nuestros ámbitos de actuación a nivel europeo y a nivel mundial. En cuanto a la sociedad tiene el mismo problema que otros centros de investigación, que no son conocidos, pero sí son valorados cuando se los conoce. Estamos empeñados en mejorar la comunicación hacia el exterior y especialmente hacia la sociedad y vamos a poner recursos y empeño en ello para que tengamos resultados a corto plazo.

P: Teniendo en cuenta la coyuntura económica, ambiental y geopolítica actual, la energía se ha convertido en el principal centro de atención pública. ¿Qué puede aportar el Ciemat en estas circunstancias? 

R: Somos un centro de desarrollo tecnológico e históricamente hemos trabajado en la puesta al día de muchas tecnologías energéticas, como las renovables, que hoy impactan en la sociedad. ¿Qué podemos seguir aportando?, pues ser capaces de adaptarnos a los nuevos retos. El mundo de la energía es muy cambiante y la situación geopolítica nos ha hecho acelerar en algunos campos en los que nos estamos posicionando activamente. Se trata de disponer de ciertas tecnologías que ahora mismo no son comerciales, pero en el futuro pueden serlo, y transferirlas a empresas asociadas para que lleguen a implantarse.

P: ¿Puede dar algún ejemplo de desarrollo conjunto o transferencia de la tecnología?

R: Sí, hay dos ámbitos muy claros. Uno es el de la fusión, como una tecnología a desarrollar activamente para disponer de una fuente de producción energética  sostenible y sin impacto ambiental, que está requiriendo y va a requerir en los próximos años de un desarrollo tecnológico importante, y donde Ciemat ha jugado un papel trascendental en transferir tecnología desarrollada aquí a industrias del sector que están muy bien posicionadas en ámbitos europeos. Y otro ejemplo es el de la energía solar térmica de concentración. La plataforma solar de Almería es la institución puntera mundial en este ámbito, de gran impacto sobre el sector industrial. Otro ejemplo son los aceleradores para aplicaciones médicas, en lo que trabajamos también, que va a tener un impacto claro en el diagnóstico y de tratamiento de enfermedades

P: Tras una época en que hubo una explosión de plantas comerciales de energía solar de concentración, parece que algunas de ellas están cerrando y ya apenas se habla de esta fuente. ¿Qué es lo que ocurre y qué futuro tiene? 

R: Creo que uno de los factores que ha impactado de forma negativa para este tipo de producción de energía es el gran desarrollo de la fotovoltaica. Es decir, ahora mismo la energía fotovoltaica es absolutamente competitiva, muy fácil de instalar, muy fácil de mantener. La tecnología solar de concentración es más compleja en cuanto a su mantenimiento, pero tiene una ventaja clarísima, que es el almacenamiento de energía, y esto es algo que va a mejorar su posición, porque uno de los grandes retos de las energías renovables es el almacenamiento. De hecho, se ha puesto en marcha un proyecto, llamado EU-Solaris, que es un consorcio europeo para impulsar esta tecnología, que va a liderar la Plataforma Solar de Almería.

P: ¿Almacenamiento de energía en general o de electricidad directamente?

R: Pues en ambas cosas. Durante muchos años, la Plataforma Solar de Almería, como parte de su tecnología, ha trabajado en el almacenamiento de calor con sales, pero estamos también en superconductividad, en volantes de inercia, almacenamiento mecánico. Sí, sí, disponemos de un abanico de tecnologías, más o menos desarrolladas. De hecho, es una de las líneas estratégicas que Ciemat está tratando de priorizar, porque nuestra intención es que lo que hagamos tenga un impacto en la sociedad, y el desarrollo de una mayor capacidad de las energías renovables depende del almacenamiento de energía.

P: ¿Cuál es el mix de producción eléctrica deseable y posible ahora mismo?

R: A veces lo deseable no es exactamente lo posible. Siendo realista, creo que ahora mismo, en estos momentos tan complicados y de transición, tenemos que aprovechar todas las formas de producción de energía disponibles, y sobre todo aquellas en las que no tenemos dependencia energética de otros países. A futuro entiendo que el mundo energético debería de ser renovable. ¿Cuándo? Yo diría que cuando estén disponibles las tecnologías a un coste asumible por la sociedad.

P: ¿Entre las renovables cabe incluir a la nuclear?

R: Bueno, es una energía que tiene impactos sobre el medio ambiente, como la producción de residuos radiactivos de larga duración. Es cierto, sin embargo, que sobre las emisiones de gases de efecto invernadero no lo tiene. Es un tema complejo, porque tendríamos que ver de qué hablamos cuando decimos si algo es verde, ¿es verde porque no emite o es verde porque no tiene ningún otro impacto?

P: En Europa en general, salvo Francia, se tiende a reducir la vida útil de las centrales nucleares, pero dado que la transición hacia una energía completamente renovable parece complicada a corto plazo, ¿no habría que acompañarla con fisión nuclear todavía?

R: La posición europea es incluirla, y en estos momentos lo tenemos que asumir. Pero yo iría un poco más allá, porque los impactos son más complejos que eso. Y hay una cuestión importante que a veces se olvida, que es asegurar el suministro.

P: En cualquier caso, las decisiones no las tiene que tomar el Ciemat.

R: No, nosotros somos un centro de investigación y por supuesto, estamos en el desarrollo de todas las tecnologías. En el ámbito nuclear también tenemos un papel, que hemos desarrollado históricamente y del que nos sentimos muy orgullosos y que creemos que tenemos unas capacidades, yo diría que únicas en este país y vamos a seguir participando y colaborando durante el tiempo que sea.

P: ¿En hidrógeno también trabajan?

R: Desde luego. Forma parte de nuestro análisis estratégico sumar todas las capacidades que tenemos y el hidrógeno está entre ellas, siempre acompañando a otros recursos y actividades que ya existen en el país para llegar a una complementariedad que es lo que nos va a hacer fuertes en cualquier desarrollo tecnológico. Que el hidrógeno tenga el papel que tenga que tener, y habrá que tomar las decisiones que corresponda si no llega a tiempo.

P: El vehículo del futuro, ¿va a ser eléctrico o de hidrógeno?

R: Pues dependerá mucho de cómo se desarrolle el mercado. Desde luego, está claro que uno de los dos va a ser. Esta es mi opinión. El hidrógeno, Si realmente logramos desarrollar los sistemas de almacenamiento y la gestionabilidad del hidrógeno, yo creo que va a ser una alternativa muy fuerte al vehículo eléctrico. Pero va a depender del impulso que se le dé a cada tecnología.

P: España, además, está bien posicionada, tras el reciente acuerdo entre el Gobierno y algunas empresas.

R: En España tenemos el Centro Nacional del Hidrógeno, que está en Puertollano y lleva funcionando unos 20 años. Yo creo que son muy punteros en todo el mundo del hidrógeno. Pero no sólo eso, ahora mismo hay un impulso desde el sector público y también del sector privado muy intenso en cuanto a recursos que están poniendo y yo creo que va a hacer que España tenga realmente un papel muy interesante en este campo.

P: Los ecologistas a veces dicen que ya se podría vivir solo de las renovables. ¿Eso es cierto o solamente una forma de presión?

R: Mi opinión es que en estos momentos no podríamos vivir sólo de las renovables, porque si así fuera, seguramente en nuestro entorno cercano ya lo harían. Tenemos que ir a ese objetivo y poner todo nuestras recursos, nuestras capacidades, para conseguirlo, pero todavía estamos un poco alejados de ese objetivo ideal.

P: ¿Es compatible ahorro energético, reducción de emisiones y desarrollo económico?

R: Totalmente. Es más, yo creo que la eficiencia energética forma parte de todos los planes a nivel nacional y europeo, en las estrategias de aquí a 2030, y además es uno de los vectores que ahora mismo puede ayudar a reducir nuestro consumo energético. Si somos capaces de ahorrar tendría menos cabida el gas y eso reduciría la factura energética en general. La eficiencia energética tiene mucho que ver con procesos industriales, con políticas a gran escala, pero también con las actitudes individuales de cada uno de nosotros en nuestro trabajo y en nuestros entornos cotidianos.

P: ¿Qué investigaciones realizan actualmente en fisión nuclear?

R: Pues nosotros trabajamos en todo lo que tiene que ver con el ciclo de combustible y aspectos relacionados con la seguridad de los emplazamientos. También con los impactos en el medio ambiente y en el público, tanto en el caso de accidentes como en la gestión normal. Y en todo lo que el sector demande y necesite en cada momento.

P: Por ejemplo, estudiar qué vamos a hacer con los residuos de alta actividad.

R: Aquí el Ciemat no puede tener una posición. Es decir, a futuro, lógicamente, España tendrá que tener algún tipo de almacenamiento definitivo y en el plan de residuos que Enresa ha presentado, pues hay unos plazos para disponer de un almacén geológico profundo. Nosotros, como centro de investigación, ayudaremos a definir el mejor emplazamiento, las características, etcétera.

P: Entre los almacenes temporales y el geológico hay una opción intermedia que es la transmutación. ¿Trabaja el Ciemat también en esta línea?

R: El Ciemat fue uno de los precursores de la idea de la transmutación de residuos radioactivos para reducir las cantidades de residuos finalmente almacenadas. Desde 1997 y hasta el momento la transmutación ha sido uno de los puntos importantes del programa de investigación en fisión nuclear, en el marco de múltiples proyectos de Euratom y acuerdos de colaboración con Enresa. El Ciemat debe informar y asesorar sobre la viabilidad de las distintas opciones propuestas hasta ahora y las que puedan surgir en el futuro para la gestión de los residuos y el cierre del ciclo del combustible nuclear.

P: También trabajan en la gestión de espacios contaminados, empezando por algunas de sus propias instalaciones. ¿Cómo avanza el plan de descontaminación, el PIMIC?

R: Yo diría que. avanza satisfactoriamente. Es un proceso largo, mucho más largo de lo que todos desearíamos, con muchas etapas. Y es un proceso complejo, que depende también de que encontremos el momento adecuado para poder llevar estos residuos al Cabril, y antes hay que clasificarlos. Hay un porcentaje ya bastante alto del Ciemat que está descontaminado y que estamos pendientes de poderlo dedicar a otro tipo de actividades convencionales. Ahora estamos en vías de firmar otro acuerdo con Enresa, que es el organismo encargado de ayudarnos con el PIMIC. Soy razonablemente optimista y creo que en pocos años el proceso de limpieza podría estar terminado. Otra cosa es saber cuándo podremos volver a darle otro uso. Me atrevería a decir que no queda nada en el Ciemat que nos haga estar especialmente preocupados.

P: La fusión nuclear se presenta como la energía del futuro, pero también como una utopía que nunca va a ser realidad.

R: Pues es una pregunta que desde que me he hecho cargo de la dirección del Ciemat surge muchísimo. Te preguntan por qué en los planes de previsiones energéticas de aquí a 2030 y 2050 no aparece la fusión. No aparece porque no estará disponible ni en el corto ni en el medio plazo. Los expertos, como mi antecesor, Carlos Alejaldre, están seguros de que se conseguirá, aunque él añade que no lo verá. Y permitirá disponer de una fuente de energía masiva, inagotable, segura y respetuosa con el medio ambiente.

P: De momento, y sin que esté claro que se consiga, el proyecto ITER es probablemente el más caro de la historia.

R: Es cierto que esto choca un poco con las enormes inversiones que está requiriendo, pero, en cualquier caso, todo el desarrollo tecnológico que acompaña esta investigación es muy aprovechable en otros muchos sectores de la sociedad y genera riqueza y empleos de calidad, y creo que eso también es importante. Se ha conseguido involucrar a la industria y al sistema de I+D en un programa internacional que implica grandes inversiones en componentes y servicios de alta tecnología y España se sitúa en el tercer lugar, tras Francia e Italia, en el volumen acumulado de los contratos para la construcción del ITER. Esta participación, que supera los 1000 millones de euros, tiene una importante componente en ingeniería y obra civil pero también en el desarrollo de componentes, como los grandes imanes superconductores, los sistemas de instrumentación y de adquisición de datos, la vasija de vacío o las placas de cobre, cromo y zirconio recubiertas de berilio que cubren la pared interior del reactor. Además, ITER necesita desarrollar materiales, y para ello se cuenta con una nueva instalación llamada IFMIF-DONES.

P: Por cierto, ¿se ha decidido ya la sede de esta instalación?

R: Digamos que oficialmente no, pero todo indica que será Granada, gracias al esfuerzo que está haciendo España. De hecho estamos trabajando como si fuera ya oficial. Va a ser muy importante para España, para Andalucía y para Granada.

P: En ese recorrido hacia la fusión, el Ciemat cuenta el stellarator TJ-II. Tras 25 años de actividad ¿sigue aportando frutos?

R: TJ-II ha contribuido decisivamente a la incorporación de centros públicos de investigación e industrias españolas en el programa internacional de fusión nuclear. En la actualidad es un impulsor de ciencia de excelencia para el desarrollo del programa europeo de stellarator, que es una vía alternativa a los tokamak, como el ITER, y donde hemos hecho contribuciones significativas.

P: ¿De qué manera afecta la nueva Ley de la Ciencia a la actividad del Ciemat?

R: Como organismo público de investigación tiene una incidencia total sobre nuestras actividades; y creo que muy positiva, porque el marco en el que vamos a trabajar es mucho más amigable. Reconoce, por ejemplo, a los tecnólogos, que para un centro como el Ciemat es importante. Afecta al tipo de contratación, que será indefinida para nuestros investigadores y les da un marco de estabilidad. También facilita la gestión de los trámites de los proyectos de investigación y todo lo que tiene que ver con igualdad de género y el desarrollo de capacidades en distintas zonas de España. Son aspectos que se han cuidado en la Ley y que son positivos para el Ciemat y para todos en general.