El Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha sido informado de los resultados del Sistema Integrado de Supervisión de Centrales (SISC) correspondientes al cuarto trimestre de 2021.

El SISC tiene como objetivo la optimización y sistematización de la supervisión de las centrales nucleares, mediante el uso de una metodología integral que permite concentrar los esfuerzos en las áreas de mayor riesgo potencial, incrementar la transparencia del proceso de supervisión y dar respuesta a los objetivos estratégicos del CSN.

Resultados cuarto trimestre 2021

Entre octubre y diciembre de 2021 se realizaron 40 inspecciones a las centrales nucleares en operación y se categorizaron 46 hallazgos de inspección que han sido clasificados de “muy baja importancia para la seguridad” (categoría verde) Todos los indicadores de funcionamiento durante ese periodo se situaron en la misma categoría.

Una vez evaluados los resultados, y unidos al historial reciente de cada instalación, en el cuarto trimestre del 2021 todos los reactores en operación se encuentran en la columna de “respuesta del titular” de la matriz de acción del SISC, salvo la unidad II de Almaraz, que se mantiene –por tercer trimestre consecutivo- en la columna de “respuesta reguladora” debido al hallazgo de inspección blanco categorizado en el segundo trimestre de 2021. Esto implica que el titular de la instalación debe realizar un análisis para determinar la causa raíz y los factores contribuyentes de las deficiencias detectadas, así como la inclusión, en su programa de acciones correctoras de las actuaciones necesarias para resolverlas.

Componentes transversales

Los componentes transversales de los hallazgos de inspección en el ámbito del SISC representan aspectos organizativos presentes en una central nuclear que se extienden a todos los pilares de seguridad del SISC. Este tipo de componentes se agrupan formalmente en tres áreas transversales, en función de sus similitudes y de su relación con los comportamientos humanos y organizativos que influyen en la seguridad en general, con la capacidad organizativa particular de gestión de anomalías y mejoras, y con el fomento de un ambiente de trabajo adecuado en relación a la seguridad. Estas áreas son: actuación humana y organizativa, identificación y resolución de problemas y ambiente de trabajo orientado a la seguridad.

Los trece componentes transversales considerados en el SISC –y que se agrupan en las áreas mencionadas en el párrafo anterior– son: toma de decisiones; recursos; comunicación y cohesión; planificación y coordinación del trabajo; prácticas de trabajo y supervisión; funciones y responsabilidad; entorno de aprendizaje continuo; gestión de cambios organizativos; políticas y estrategias orientadas a la seguridad; identificación de problemas y áreas de mejora; evaluación de problemas y áreas de mejora; resolución de problemas y áreas de mejora y, finalmente, ambiente de trabajo orientado a la seguridad.

En el cuarto trimestre de 2021, se asignaron 38 componentes transversales a los hallazgos de inspección categorizados.

Resultados globales anuales

El Pleno también fue informado de la evaluación conjunta de los resultados obtenidos por estas instalaciones durante el ejercicio 2021. De forma global, a lo largo del pasado año se realizaron 125 inspecciones a las centrales nucleares y se identificaron 147 hallazgos de inspección, clasificados todos con el color verde salvo uno, clasificado como blanco.

Durante 2021 todas las centrales se mantuvieron dentro de la columna de “respuesta del titular" en la matriz de acción, a excepción de la central nuclear Almaraz II que en el segundo trimestre entró en la columna de “respuesta reguladora” debido a un hallazgo de inspección que fue categorizado como blanco, es decir “de baja o moderada importancia”. El procedimiento de gestión “PG.IV.07 Sistema Integrado de Supervisión de Centrales” establece que este tipo de hallazgos relevantes para la seguridad permanecerán en el sistema cuatro trimestres desde su entrada en el mismo.

Funcionamiento del SISC

El SISC analiza y clasifica la información de los indicadores de funcionamiento de las centrales y de los hallazgos de la inspección obtenidos, que se traduce en un código de colores que gradúa el riesgo y la importancia para la seguridad, el cual va desde el color verde, de baja importancia para la seguridad, seguido por el color blanco, correspondiente entre baja y moderada importancia, al que sigue como de importancia sustancial, el color amarillo, y situándose el nivel de importancia alta el color rojo.

Los resultados se integran en una “matriz de acción”, que establece las acciones a realizar por los titulares y el CSN, en función de la relevancia de los resultados de la supervisión, proporcionando una visión global sobre la situación de cada una de las centrales.

La matriz consta de cinco columnas en función de los resultados obtenidos, que de menor a mayor supervisión por parte del CSN, se corresponden con las columnas de respuesta del titular, respuesta reguladora, pilar degradado, múltiples/repetitivas degradaciones, y funcionamiento inaceptable.

Según la posición en la matriz de acción, se llevan a cabo acciones correctoras y, en su caso, actuaciones reguladoras para corregir la situación.

Los resultados trimestrales, el histórico y los detalles sobre el funcionamiento pueden ser consultados en la página web del CSN.

*Consulta aquí el glosario de términos técnicos*