CSN Atraer el talento femenino al mundo nuclear - Alfa 54 Revista Alfa

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Alfa 54

El uso de las radiaciones para tratar a los enfermos de cáncer ha recorrido una larga trayectoria, uno de los últimos avances es la teragnosis, una terapia personalizada, que prolonga la vida del paciente y reduce los efectos secundarios. Algoritmo es una de las palabras que mayor difusión han tenido en los últimos años, ya que se sabe que está detrás de muchas aplicaciones tecnológicas y cuya utilización suscita temores. 
En la parte más técnica de la revista ofrecemos un artículo dedicado al almacenamiento geológico profundo, considerado por los expertos como la opción más adecuada para la gestión final de los residuos radiactivos. Además analizamos la contaminación radiactiva de las pruebas nucleares atmosféricas realizadas por las grandes potencias, entre 1945 y 1980 y abordamos la guía sobre protección radiológica en el manejo de fallecidos tras un tratamiento con radionucleidos.
La entrevista de este número es para Eloísa del Pino, presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que muestra la situación actual del mayor organismo español de I+D+i y sus perspectivas de futuro.
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Atraer el talento femenino al mundo nuclear

Las mujeres no están adecuadamente representadas en el ámbito nuclear. Es necesario incrementar el número de ellas para garantizar una fuerza de trabajo equilibrada. Para superar esta situación, en marzo de 2020 el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, puso en marcha el Programa de Becas Marie Skłodowska-Curie (MSCFP), cuyo nombre rinde homenaje a la científica pionera en el estudio de la radioactividad, galardonada en dos ocasiones con el Premio Nobel. La finalidad del programa es apoyar a las mujeres que siguen carreras profesionales relacionadas con el área nuclear para cursar programas de maestría y la oportunidad de realizar prácticas laborales o pasantías de una duración máxima de 12 meses, facilitadas por el OIEA. 

Texto: Pura C. Roy | Periodista de ciencia

"La igualdad de género y el empoderamiento de la mujer son elementos centrales de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y son fundamentales para la plena realización de los derechos y el potencial de todos. Estos objetivos fundamentales también deben orientar nuestra labor en el OIEA. Tras finalizar sus estudios, las becarias se sumarán a las filas de quienes trabajan en los usos pacíficos de la energía nuclear en todo el mundo”, dijo Grossi al presentarlas. Estos usos pacíficos tienen muchos ámbitos, como la ingeniería nuclear, la física y la química nuclear, la medicina nuclear, las técnicas isotópicas, la biología de las radiaciones, la tecnología y la seguridad nuclear, la no proliferación y el derecho nuclear.

Grossi, experto en temas de no proliferación y desarme, ha sido, entre otras cosas, jefe de Gabinete en la Organización para la Prohibición de Armas Químicas y presidente de la Conferencia de las Partes para el Examen del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. En 2020 declaraba a la revista Alfa que cuando asumió el cargo se encontró con que “el OIEA tenía un 27 % de mujeres en niveles profesionales y ya lo hemos situado en un 32 %. Y me he propuesto la ambiciosa meta de llegar a la paridad del 50 % en el año 2025, lo que implica un esfuerzo hercúleo en materia de reclutamiento, de búsqueda de personal y reemplazo de los profesionales. Por otro lado, he juzgado importante tratar de atacar desde el ángulo más global este problema de la representación y de las vocaciones femeninas y, por eso, uno de los primeros pasos que di fue el establecimiento de un programa de becas que llevan el nombre de Marie Sklodowska-Curie, que es la mujer más emblemática en ciencias vinculadas a lo nuclear y la física. Hemos arrancado muy bien, con apoyo de muchos países. Es una tarea de la que estoy muy convencido y debemos mantener un esfuerzo consistente para poner las cosas en una forma más equilibrada y traer mucho talento femenino que aún no está representado en la actualidad”.

En 2020, cuando se puso en marcha este programa, se concedieron becas a 100 estudiantes. En su actual edición, la tercera, 150 nuevas estudiantes de todo el mundo han sido seleccionadas. Tras recibir 522 solicitudes de 97 Estados miembros del OIEA, el número de becas concedidas en la última convocatoria es el mayor hasta la fecha. Está previsto que en julio de 2023 se abra el siguiente ciclo de presentación de candidaturas. En la última promoción hay alumnas de 91 países, de los cuales 18 están representados por primera vez. El 58 % de las estudiantes son de Asia y África, el 15 % de América Latina y el Caribe, el 21 % de Europa, el 4 % de América del Norte y el 2 % de Oceanía. Ingresar en el sector nuclear siendo mujer y procediendo de ciertos países no siempre es fácil. Gracias a esta oportunidad muchas de ellas han podido estudiar fuera de su país y utilizar las infraestructuras que se han puesto a su disposición. Desde su lanzamiento, se han recibido 1 042 candidaturas.

“Nuestro objetivo es aumentar de forma constante el número de mujeres en el ámbito nuclear a través de este programa. A la hora de seleccionar a las estudiantes, nos esforzamos por mantener un equilibrio geográfico, de ahí que haya un número limitado de becas concedidas a un país concreto”, explican desde el OIEA en Viena.

Una gran oportunidad

Entre las beneficiadas de la primera edición se encuentra la venezolana Cindy Bello, quien obtuvo una maestría en seguridad tecnológica nuclear en la Universitat Politècnica de València (UPV) de España, con la que ha dado inicio a su vida profesional como ingeniera nuclear en proyectos de fusión y reactores de la Generación IV en IDOM. En esta empresa de consultoría española, ubicada en Barcelona, trabaja en proyectos de diseño y calculo de reactores de fusión dentro de un equipo de 13 personas. “Es un tema que me apasionaba. Tuve esta gran oportunidad de pasantía y empezar a trabajar en mi área. Sin este programa me hubiera llevado más tiempo finalizar mi maestría, dado que el factor económico para el alojamiento y la inscripción es siempre el primer obstáculo que hay que superar”, señala Bello. Subraya también que “un gran porcentaje de las ayudas se van para Asia y África; tal vez, porque Europa dispone de otras becas, como las que ofrecen los distintos gobiernos u organismos comunitarios”.

Recuerda Bello que otras compañeras optaron por la seguridad radiológica en medicina. “A mí me interesaban más las centrales nucleares”, por ello realizó estudios en Cofrentes y Vandellós II. También recuerda que fue en el 2020, el año de la Covid, cuando fue seleccionada. Así que se sintió afortunada y contenta, ya que le ayudaba a superar los problemas económicos y las restricciones que se impusieron. “Yo ya conocía este máster porque me gustaba lo que se podía estudiar, además mi director de estudios en Venezuela ya me lo había recomendado. Así que me hizo la carta de recomendación para postularme. Al cabo de un mes me dieron la respuesta. Dio la casualidad de que ya estaba en España con la idea de hacer un máster y con la intención de hacer un doctorado más tarde. Así que no tuvieron que pagarme el viaje. Después de terminar me ofrecieron hacer prácticas en Viena, pero yo elegí hacerlas en España”.

Los estudios de posgrado pueden ser costosos y consumir mucho tiempo. Así que este programa de becas le permitió la libertad y la seguridad financiera necesaria para completar sus estudios. Las estudiantes reciben hasta 20 000 euros para los gastos de matrícula y hasta 20 000 euros para los gastos de manutención. “Es necesario que haya más mujeres en el ámbito nuclear; en el equipo con el que trabajo solamente somos dos. Hay menos mujeres en el área nuclear, hay más en la radiológica. Lamentablemente no conozco a ninguna otra venezolana y a ninguna española becadas con ella”, comenta Bello.

Distintas disciplinas

Según el OIEA las estudiantes de la tercera, y por ahora última, convocatoria, están realizando estudios en disciplinas muy diversas, que van desde la energía nuclear para generar electricidad hasta las aplicaciones nucleares en la medicina, la agricultura, la inocuidad de los alimentos, la salubridad del agua, el medio ambiente, en criminalística, las salvaguardias y la seguridad física nuclear. “Desde el inicio del programa, de las 360 beneficiarias de las becas 149 han elegido el área de ciencias y aplicaciones nucleares, mientras que 112 estudian temas relacionados con la energía nuclear. Las restantes estudian seguridad nuclear tecnológica y física, salvaguardias/no proliferación y derecho nuclear. Las estudiantes representan a 110 estados miembros y estudian en 65 países”, concretan desde la organización.

Los estudios sobre algunas de las áreas relacionadas con lo nuclear pueden ayudar a los países a afrontar desafíos varios, y la demanda de profesionales cualificados en este ámbito es alta y seguirá aumentando. Las becas se conceden cada año en función de la disponibilidad de fondos y se tiene en cuenta la disciplina de estudio, así como la diversidad geográfica y lingüística.

Venezuela no permitía a Bello estudiar la disciplina que quería: “Allí tenemos laboratorios de física nuclear enfocados a las aplicaciones petroleras. En uno de estos laboratorios estudié las posibles concentraciones de elementos radiactivos. Estuve también en el área de radioquímica procesando el agua, pero me interesaba conocer las plantas nucleares y todo lo derivado de su seguridad, pero Venezuela no tiene centrales así que necesitaba otro país para ampliar conocimientos”, explica. La experiencia fue muy positiva y por eso, después de llevar dos años trabajando como ingeniera nuclear, recomienda vivamente estas becas.

Incorporación a la industria

Aunque cada vez más mujeres se están incorporando a la industria nuclear, todavía hay desafíos que afrontar para lograr una representación de género más equitativa. Susana Falcón, presidenta de WiN España (Woman in Nuclear) y responsable de la unidad de formación del Ciemat en protección radiológica y tecnología nuclear, muestra su apoyo a estas becas, ya que “todo lo que sea mentorizar, divulgar, enseñar un campo de trabajo interesante y poder ofrecer oportunidades de entrar a trabajar en una empresa es necesario. Estas becas son interesantes porque financian la estancia durante un año en una empresa, en una institución o entidad que tenga que ver con el sector nuclear en cualquier país. Te puede dar una visión global para luego poder trabajar. El OIEA nos ha pedido a los distintos países que estamos integrados en la organización que aportemos empresas que puedan acoger a las becadas. Nosotras en concreto estamos colaborando en ello. Hemos enviado a todos nuestros socios corporativos y universidades la información para que puedan ofrecer estancias y recibir a las estudiantes”.

“La energía nuclear ha estado rodeada de prejuicios. Hace varios años, España tenía 10 másteres en nuclear, hoy tiene dos, quizás por el estigma de pensar que iba a ser un campo donde no se podría encontrar trabajo. Los alumnos no se matriculaban y solo han quedado uno en la Politécnica de Madrid y otro en la Politécnica de Cataluña, aunque hay otros másteres que tienen algún módulo en nuclear, lógicamente”, comenta Falcón.

Esta situación la refuerza Bello con su opinión: “En mi carta de motivación expuse mi interés en el área de fusión pero no hay un máster específico en fusión, así que decidí conocer el funcionamiento de las centrales en España, ya que mi grado es en ingeniería química y algo conocía de energía nuclear; pero cómo es su seguridad lo conocí gracias a esta beca”.

Dentro de la Sociedad Nuclear Española, a la que está asociada WiN, hay una bolsa de trabajo. “Las personas que salen de estos dos másteres se colocan antes de acabar. Así que una de nuestras conclusiones es que la educación es el mayor desafío que hay que afrontar para aumentar la representación femenina en el sector. No se puede tener una paridad si en la bolsa de trabajo hay menos mujeres”, opina Falcón. “España está en estos momentos intentando volver a dar importancia a las carreras tecnológicas, que curiosamente cuando más se necesitan, los estudios han ido a la baja. Además darán trabajo. Se va a necesitar mucha gente porque es necesario un cambio generacional por las jubilaciones. Nuestras ingenierías tienen proyectos por todo el mundo, con lo cual hay demanda de profesionales y las empresas se los están quitando unas a otras”.  

WiN se creó hace 25 años con el objetivo de difundir las posibilidades de la energía nuclear y crear una red entre las mujeres profesionales. “Los primeros años solo hacíamos divulgación en colegios, universidades, con la gente en general, para que supieran que vivimos rodeados de radiación. En los últimos seis años estamos más enfocadas en visibilizar el trabajo de las mujeres en este sector. Ahora estamos ‘todas a una’ para que las carreras STEM sean conocidas por su importancia. Y que las mujeres que están en empresas se involucren en la difusión y divulgación de nuestro campo. Antes era impensable encontrar mujeres en las centrales nucleares. De hecho, cuando se construyeron las primeras no había vestuarios femeninos. Pero ahora ya hay mujeres operadoras o jefas de servicio radiológicos entre otros puestos”, dice Falcón.

Después de tres años, ya se están viendo resultados concretos, según responsables del programa desde el OIEA. “La mayoría de las estudiantes del MSCFP están estudiando activamente, y muchas ya han completado sus estudios de máster. De las que han terminado, 60 han iniciado becas en los departamentos técnicos del OIEA y en organizaciones asociadas. Otras han empezado a trabajar o han continuado estudios de doctorado en campos relacionados con la energía nuclear. Los resultados de este programa serán aún más evidentes en los próximos años, a medida que más estudiantes completen sus estudios y prácticas y se incorporen al sector en su faceta profesional”.

Para dar a conocer estas becas, el OIEA participa y realiza presentaciones en diversos eventos técnicos (conferencias, reuniones, talleres). También se realizan actividades de divulgación específicas a través de universidades y asociaciones, además de una campaña promocional continua en las redes sociales. Pasos necesarios para atraer el talento femenino a los múltiples campos de la energía nuclear.

El primer estudio sobre igualdad de género en el sector nuclear, en el que participaron más de 8 000 mujeres de 32 países, completado con datos de trabajadoras de 96 organizaciones nucleares de 17 países, reveló, entre otros aspectos, que sólo el 24,9 % de la fuerza laboral del sector nuclear de los países de la OCDE/NEA es femenina; que existe una pobre representación en la alta gerencia y niveles ejecutivos de los organismos nucleares, ambos por debajo del 20 %; y que las mujeres cobran un 5,2 % menos. Asimismo, se indica que la sensación de falta de modelos femeninos dificulta que el sector atraiga más talento femenino.