CSN IRRS-ARTEMIS: Fortalecer y robustecer la seguridad nuclear y la protección radiológica - Alfa 39 Revista Alfa

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IRRS-ARTEMIS: Fortalecer y robustecer la seguridad nuclear y la protección radiológica

Fernando Marti Scharfhausen - Presidente del CSN (2012-2019)

Es muy grato para mí hacer esta presentación, casi a modo de sumario, de este número especial de ALFA, la revista corporativa del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), dedicado casi íntegramente a las recientes misiones de verificación del sistema regulador español por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Y mucho más, una vez que la citada misión conjunta llegó a la conclusión de que España demuestra un fuerte compromiso con la seguridad nuclear y la protección radiológica y toma nota de los desafíos futuros que afronta en la gestión de residuos radiactivos.

El líder del equipo IRRS-ARTEMIS, Victor McCree, quien fuera director ejecutivo de Operaciones, ahora ya retirado de la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos (USNRC, por sus siglas en inglés), destacó entre las conclusiones de su trabajo que “al invitar al OIEA a llevar a cabo esta misión única, el Gobierno español ha demostrado un fuerte compromiso con un principio básico de excelencia en seguridad nuclear y radiológica y una búsqueda de la mejora continua”. Hay que recordar que la misión combinada se llevó a cabo a petición del Gobierno de España y que fue organizada por el Consejo de Seguridad Nuclear, el ahora Ministerio para Transición Ecológica y la Empresa Nacional Residuos Radiactivos (Enresa). A nivel nacional, cabe igualmente recordar que esta misión no partía de cero, puesto que la primera verificación del sistema regulador (IRRS, por sus siglas en inglés), solicitada por España, tuvo lugar ya en 2008.Sin embargo, lo novedoso de esta ocasión, es que la IRRS estuvo acompañada de la revisión del sistema de la gestión de los residuos radiactivos y el combustible gastado, denominada misión ARTEMIS. Considero importante destacar que España ha sido el primer país en el que se han realizado las dos misiones de manera conjunta, IRRS y ARTEMIS. Se desarrollaron durante dos semanas en Madrid, contando con la participación de una treintena de expertos internacionales que tomando como referencia las normas básicas de seguridad del OIEA, contrastaron frente a estos estándares internacionales el actual marco del sistema regulador nuclear de España, en el que el CSN ocupa la posición de organismo regulador independiente del resto de las autoridades nacionales que lo conforman.

Experiencia y dedicación

El equipo de expertos, según su propia nota de prensa, reconoció la experiencia y la dedicación de las autoridades del regulador nacional, que incluye al CSN como se ha mencionado, junto a los ministerios competentes y las autoridades autonómicas. La misión IRRS-ARTEMIS encomió a España por su estrategia para la gestión de los residuos radiactivos y el combustible gastado, pese a observar que los retrasos en la implementación de la estrategia podrían afectar su sostenibilidad en el largo plazo. Todos los miembros del Pleno, y yo personalmente, consideramos que el inmenso trabajo llevado a cabo por todo el CSN, y los organismos españoles implicados en estas misiones, se ha desarrollado de manera meticulosa, ordenada y con una profesionalidad que igualmente ha sido reconocida por el OIEA. Ha sido un vivir permanente en tensión, no solo desde el encuentro de apertura “entrance meeting” que tuvo lugar el 15 de octubre de 2018 en el salón de actos del CSN, también durante las dos semanas de auténtico infarto que siguieron, respondiendo a las cuestiones del equipo internacional y dando explicación y justificación documentada de cómo se desarrolla el día a día nuestro trabajo para velar por la seguridad nuclear y la protección radiológica. Ha sido una especie de examen o auditoría permanente, que sin embargo, nunca asusta a los técnicos del CSN, acostumbrados por sus propios métodos de trabajo a revisar siempre todos los posibles márgenes de mejora de todas sus actividades, y también por la propia experiencia que han adquirido como miembros participantes en equipos internacionales en misiones a otros países. Prueba de lo que digo es que el pasado mes de noviembre, muy poco después de terminarse las misiones en España, el consejero Javier Dies participó en un taller regional sobre las lecciones aprendidas en estas misiones en un workshop celebrado en Luxemburgo, que fue organizado por el OIEA y la Unión Europea (UE). El propósito de este taller fue intercambiar información y experiencias, así como abordar temas específicos relacionados con las misiones IRRS que se han llevado a cabo hasta ahora en los países miembros de la UE. 

Sin espacio para la improvisación 

El consejero Javier Dies, que junto a la vicepresidenta del CSN, Rosario Velasco, fueron los miembros del regulador español encargados de coordinarla IRRS-ARTEMIS, realizó una presentación en la que expuso los aspectos más relevantes identificados durante la preparación y ejecución de la misión combinada que recibió España en octubre de 2018. Pero, además, todo este trabajo ya venía de muy lejos. En este tipo de misiones no se puede dejar ningún espacio abierto a la improvisación, es por ello que las labores de preparación comenzaron más de un año antes. De hecho, seis meses antes de las dos semanas de intensa actividad, una delegación formada por los principales expertos internacionales que posteriormente liderarían la misión combinada, visitó Madrid para mantener encuentros tanto con representantes del CSN y de los entonces ministerios de Energía, Turismo y Agenda Digital (Minetad), de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC), de Sanidad y de Enresa. Sinceramente, quiero terminar este artículo afirmando que ha sido un gran trabajo y un éxito de todos, de los expertos internacionales que nos han estado “examinando” y de todos los equipos españoles que han participado en las misiones, un éxito que sólo tiene un objetivo muy claro, clarísimo, que no es otro que fortalecer la efectividad de la infraestructura de regulación nuclear nacional, utilizando los estándares de seguridad del OIEA y las buenas prácticas internacionales.