CSN El Centro de Información del CSN se renueva ante su 25 aniversario - Alfa 53 Revista Alfa

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Alfa 53

Ha nacido una estrella

En diciembre de 2022, el National Ignition Laboratory estadounidense consiguió la primera reacción de fusión nuclear con ganancia de energía, un hito que protagoniza uno de los reportajes divulgativos de este número 53. Otro avance tecnológico del que hablamos y que puede revolucionar el mundo es el llamado internet de las cosas, que consiste en dotar a todo tipo de instrumentos y productos de conexión a la red para interactuar con otros aparatos y sistemas. Asimismo analizamos las técnicas radiactivas y nucleares que se emplean cada vez con más frecuencia en tareas de restauración del patrimonio cultural y artístico, así como las aplicaciones y cualidades de un material que, pese a su amplia presencia en nuestra vida cotidiana, pasa casi desapercibido: el vidrio, que fue objeto de atención durante 2022, elegido por la Unesco como Año Internacional del Vidrio.

Los tres reportajes restantes se centran en la actividad del CSN. uno está dedicado a la renovación de su Centro de Información, que este año cumple un cuarto de siglo y que  ha acogido ya a más de 155.000 visitantes. Otro detalla el contenido de su Plan de Igualdad recientemente aprobado. Con él, el organismo pretende avanzar en la auténtica equiparación entre mujeres y hombres. El tercero de los  reportajes aborda el uso de técnicas nucleares y radiológicas para el estudio y protección de restos arqueológicos y otras manifestaciones culturales.

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El Centro de Información del CSN se renueva ante su 25 aniversario

La actividad reguladora del Consejo de Seguridad Nuclear sobre los ámbitos nuclear y radiológico, tan imbricados en el tejido social, exige un esfuerzo adicional de trasladar a la sociedad sus actuaciones, como estipula la propia Ley de Creación del organismo. Dada la complejidad científica y tecnológica de los temas de su competencia, no basta para cumplir este cometido con dar cuenta puntual de las acciones desarrolladas, sino que es necesaria una intensa actividad divulgativa que permita a los ciudadanos entender, someramente al menos, el mundo de las radiaciones. El núcleo de esa tarea de formación y divulgación es el Centro de Información, un espacio de carácter museístico e interactivo que abre sus puertas diariamente y ha recibido ya en total a más de 155.000 personas. Tras la renovación de algunos de sus módulos, llevada a cabo en el verano de 2022, se dispone a cumplir su primer cuarto de siglo de actividad el próximo septiembre. 

Texto: Juan Quinto | periodista 

Me ha gustado mucho la visita y he aprendido y disfrutado mucho. Especialmente los temas médicos, que me conciernen un poco” dice una de las participantes en la primera visita de hoy, 25 de noviembre, al Centro de Información del Consejo de Seguridad Nuclear. Es un grupo de mayores pertenecientes a una asociación cultural llamada EnseñArte Madrid. Según Ana Belén Fuentes, historiadora del arte y responsable de la visita, “organizamos una actividad semanal con el grupo, rutas guiadas, excursiones y visitas a museos y exposiciones, pero cuando se trata de un tema diferente, como en este caso, les resulta especialmente atractivo. Han venido casi todos”. Y aunque reconoce que se trata de cuestiones complicadas, que les quedan distantes “porque no somos científicos”, destaca que “la persona que nos ha hecho el recorrido se ha adaptado muy bien a nuestro entendimiento y ha resultado muy comprensible e interesante”. En el ámbito donde se sentían mejor informados de manera previa es el de los usos de las radiaciones en medicina.

Quien más quien menos ha tenido que pasar alguna vez por pruebas de radiodiagnóstico por imagen y, en algunos casos, por radioterapia. Es también el tema que ha suscitado más preguntas, sobre todo para saber los riesgos que conllevan estas técnicas. No obstante, según otro visitante, “lo que más me ha llamado la atención es saber que, aunque no seamos conscientes de ello, estamos rodeados de radiactividad” y otra añade “a mí me ha sorprendido la cantidad de aplicaciones que tienen las radiaciones”.

El Centro de Información cumple así con el cometido para el que fue creado: informar a la sociedad de las radiaciones ionizantes y de la física nuclear, sus aplicaciones, sus riesgos y el papel del Consejo en el control de su utilización de manera segura para las personas y el medio ambiente. Y lo hace apostando por despertar el interés y la curiosidad, con medios propios de los centros divulgativos al uso, con paneles, pantallas digitales, juegos, módulos interactivos, vídeos, maquetas y profusión de imágenes.

Las visitas son guiadas, atendidas alternativamente por Ana Sevilla del Pozo, Reyes Sol Pedraja y Almudena García Díaz, el equipo que se ocupa de que el Centro esté siempre a punto para llevar a cabo su cometido y encargado de atender a los visitantes. Hacia mediodía arranca la segunda visita de la mañana, un grupo de alumnos de segundo de Bachillerato del itinerario de Ciencias del Colegio Litterator, de Aranjuez. Las visitas escolares son el grueso de la actividad del Centro de Información. Son estudiantes de tercero y cuarto de la ESO, primero y segundo de Bachiller y ciclos formativos, especialmente de radiodiagnóstico, medicina nuclear y medioambiente, en grupos que no deben exceder de 35 alumnos más dos profesores o profesoras.

En esta ocasión al ser de los más mayores y del itinerario especifico de Ciencias, ponen especial atención en las explicaciones, aunque no hacen muchas preguntas. Sara, la profesora de Química del Litterator, repite visita. “Vinimos hace tres años, justo antes de la pandemia, también con los chicos de segundo de Bachillerato, y me pareció que las explicaciones eran superclaras y que el contenido estaba muy relacionado con lo que damos en el temario. Los chicos salieron encantados y yo tenía ganas de volver, porque estos últimos dos años no hemos podido, claro”. Le acompaña Sofía, la profesora de Física, que insiste en esa utilidad: “intentamos relacionar lo que aquí ven con lo que damos en clase.

La visita les permite ver en la práctica lo que aprenden de forma teórica en el aula. Y tenían muchas ganas de venir”. Y todos los visitantes, estudiantes o personas de otros colectivos, reciben a la salida una bolsa con material divulgativo. Los adultos, un librito sobre la radiación natural, otro sobre medicina y radiaciones, un folleto sobre el estudio epidemiológico, un ejemplar de la revista Alfa y un cuaderno con un bolígrafo.

Los estudiantes se llevan un póster sobre el átomo, que contiene una tabla de isótopos, un folleto para descargarse la App de realidad aumentada CSN Quiz, un librito divulgativo sobre las radiaciones en la vida diaria, y una alfombrilla para el ratón con la tabla periódica.

Cuatro ámbitos

El Centro de Información está situado a un costado del edificio del CSN y tiene su propia entrada separada de la general del resto del organismo. Ocupa un espacio expositivo de unos 350 metros cuadrados, con una treintena de módulos que se distribuyen en cuatro ámbitos, dedicados sucesivamente a la radiación natural, la radiación artificial y sus utilidades, los riesgos y servidumbres de la radiactividad y el trabajo del Consejo de Seguridad Nuclear. El recorrido se inicia con la historia del descubrimiento e investigación de la radiactividad y sus principales protagonistas, con quienes el visitante puede hacerse una fotografía. Se explica de manera sencilla el átomo, los diferentes tipos de radiación, el espectro electromagnético y la radiación natural procedente de la corteza terrestre o de la atmósfera y las condiciones geográficas en las que dicha radiación tiene mayor riesgo, como las zonas graníticas que emiten radón.

El visitante puede hacerse un test de radiación natural para determinar su grado de riesgo. El módulo que más atención suscita es la cámara de niebla, donde se visualizan las partículas cargadas que están presentes a nuestro alrededor sin que las percibamos. Para pasar al segundo ámbito se atraviesa el túnel, emblema distintivo del Centro de Información, cuyas paredes muestran imágenes de las múltiples aplicaciones que los humanos han desarrollado para aprovechar las propiedades de las radiaciones. Entramos en el ámbito de las radiaciones artificiales y sus múltiples aplicaciones: conservar alimentos, esterilizar, control de llenado de líquidos, detección de fallos en estructuras, control de plagas, datación de restos... todo ello explicado de forma amena y comprensible.

El mayor espacio se dedica, claro, a las dos grandes aplicaciones: la medicina, tanto en sus diferentes técnicas de diagnóstico como en las de terapia, y la generación de energía, donde se explica el funcionamiento de una central nuclear y todo el ciclo de combustible.

La tercera parte está dedicada a los riesgos que conlleva el uso de las técnicas nucleares y radiactivas. Se explican los diferentes tipos de residuos nucleares y la forma en que se controlan y almacenan para evitar que produzcan daños a las personas y al medio ambiente. Se puede observar la gestión de los de baja y media actividad en El Cabril, los almacenes temporales individuales donde se guarda el combustible gastado y se avanza cómo será el futuro almacén geológico profundo. También se tratan los accidentes y se explica la escala INES (Escala Internacional de Sucesos Nucleares, por sus siglas en inglés). Conocer los riesgos es una perfecta introducción para mostrar la labor encomendada al Consejo de Seguridad Nuclear y la forma en que la lleva a cabo. Se explica la estructura de la organización, los medios dispuestos para proteger a las personas y al medio ambiente, los criterios básicos con que deben operar las instalaciones, la vigilancia permanente de la red Revira, la Organización de Respuesta ante Emergencias y la estructura de la Sala de Emergencias (SALEM). Un juego interactivo permite a los visitantes recorrer virtualmente la sala y conocer la actividad de los cuatro grupos que la componen y la zona de dirección. La visita concluye con un vídeo en la sala de proyecciones, que varía según las características de los visitantes.

La renovación

Aunque el Centro de Información ha tenido ya cambios y mejoras a lo largo de los años, en 2022 ha acometido una renovación importante. Según explica Enrique Marabotto, responsable del Centro, “se ha incluido el tratamiento y reparación de todo el mobiliario, la sustitución de la iluminación por otra de bajo consumo, la renovación informática, la actualización de contenidos, con algunos nuevos y mayor presencia de medios interactivos, así como la producción de un nuevo vídeo divulgativo con contenido y lenguaje más moderno e inclusivo” Entre los cambios más importantes destaca una pantalla gigante táctil sobre la energía nuclear, con gran cantidad de posibilidades de información: la fisión nuclear, tipos de centrales -especialmente las PWR y las BWR-, el ciclo de vida, las centrales nucleares del mundo, el funcionamiento de las centrales españolas, su construcción y su desmantelamiento y otros temas, incluida la fusión nuclear. Además, se ha instalado una nueva maqueta de una central mostrando su impacto e integración en su entorno.

Nuevas pantallas con nuevos vídeos divulgativos, entre los que Marabotto destaca el de “La energía va contigo” y otro sobre el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares; paneles interactivos sobre proyectos singulares, como el reactor de fusión ITER, el sincrotrón Alba y el proyecto internacional IFMIF-DONES, que se ubicará en Granada y permitirá estudiar supermateriales necesarios para los reactores de fusión nuclear. Nuevas imágenes, como las que recubren el interior del túnel, actualización de contenidos en general y nuevos juegos, que son el principal atractivo para los visitantes, especialmente los estudiantes. El Centro de Información ha recuperado ya el ritmo de visitantes tras la reforma. “En este momento estamos al 100 % de la capacidad de acoger visitantes”, dice Marabotto. Y ya se ha traspasado la cifra total de 155.000, camino de la celebración del 25 aniversario de su puesta en funcionamiento. 155.000 personas que han mejorado su conocimiento sobre el fascinante mundo de las radiaciones. Aunque no se realiza ninguna encuesta de satisfacción o comprobación del efecto de la visita, como dicen Ana, Reyes y Almudena, “la mejor valoración es que repitan”. Y Sara y Sofía, las profesoras del Litterator, lo confirman: “volveremos siempre que sea posible. Lo tenemos contemplado dentro de nuestra programación desde que empezamos a planificar el curso”.