El ATI-100 se ubicará junto al espacio de almacenamiento en seco ya disponible y alojará combustible gastado generado por el funcionamiento de la central

El Pleno también informó favorablemente la revisión del certificado de aprobación del diseño de bulto para transporte de combustible gastado ENUN 52B

Almacén Temporal Individual de combustible gastado de la central nuclear Cofrentes | Enresa

El Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), en su reunión semanal, informó favorablemente, con una serie de condiciones y requisitos, la solicitud presentada por el titular de la central nuclear Cofrentes (Valencia), relativa a la autorización de ejecución y montaje del nuevo Almacén Temporal Individualizado (ATI-100) de la instalación. Esta autorización capacita al titular para el inicio de las labores de excavación del terreno y posterior construcción de las estructuras del ATI-100, que se ubicará junto al almacenamiento en seco de combustible gastado que ya está en servicio. El nuevo ATI-100 debe estar disponible antes de abril de 2027 para permitir la continuidad de la operación de la planta.

Tanto el ATI ya existente desde 2021, como el nuevo ATI-100 de la central nuclear Cofrentes permitirán el almacenamiento de todo el combustible gastado y residuos especiales generados por el funcionamiento de la central durante toda su operación prevista en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030.

Las instalaciones de almacenamiento temporal se sitúan en superficie o a relativamente pocos metros de profundidad. A día de hoy, existen tecnologías industriales y experiencia suficientes para el diseño, construcción y operación de este tipo de almacenes. España cuenta, además del caso de Cofrentes, con diversas instalaciones de almacenamiento temporal individualizado basadas en contenedores: el de las centrales nucleares Almaraz, Ascó, Trillo, Vandellós II, Santa María de Garoña y José Cabrera, estas dos últimas, en desmantelamiento.

De igual manera, el Pleno informó favorablemente las propuestas de cambio a las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento Mejoradas solicitadas por el titular de la central nuclear Ascó aplicables a sus dos unidades. El objetivo de la solicitud es adecuar el valor de presión negativa en contención con el cálculo actualizado por el que se verifica el cumplimiento con el valor de máxima presión negativa de diseño de la contención.

El Pleno también informó favorablemente, con límites y condiciones, la revisión del certificado de aprobación del diseño de bulto para transporte de combustible gastado ENUN 52B. El objetivo de la solicitud es la revisión del certificado de aprobación de diseño de bulto con el fin de actualizar la documentación soporte que incorpora los cambios correspondientes y que son aplicables al almacenamiento y transporte del inventario de combustible gastado de la central nuclear Santa María de Garoña.

Plan normativo

Además, el regulador dio luz verde a su Plan Anual Normativo para 2025. Dicho documento prevé la aprobación de nueve instrucciones de seguridad. Cuatro de las instrucciones proyectadas abordan aspectos relativos a la seguridad nuclear, mientras las otras cinco regularán cuestiones propias de la protección radiológica.

Entre la normativa a desarrollar se incluyen varias que estaban planificadas para el curso pasado y que, por depender su contenido de la aprobación del nuevo Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas, no fue posible abordar.

Precisamente, el Pleno del regulador ha dado luz verde a dos Guías de Seguridad del CSN. La primera de ellas, dedicada a facilitar la elaboración de las solicitudes de aprobación relacionadas con el diseño de bultos y con las expediciones de transporte requeridas por la reglamentación aplicable al transporte de material radiactivo, y establecer un formato uniforme para la presentación de la información.

El objetivo de la segunda guía aprobada es la recomendación de medidas de seguridad y protección radiológica, encaminadas a prevenir los riesgos para las personas y para el medio ambiente, asociados a la posible presencia de materiales radiactivos en las chatarras metálicas y otros materiales; así como las actividades que puedan verse afectadas por la presencia de fuentes radiactivas huérfanas.

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