De forma trimestral el CSN realiza una evaluación del funcionamiento de cada central nuclear utilizando los datos de los Indicadores de Funcionamiento y los Hallazgos del Programa de Inspecciones. En el caso producirse un hallazgo de inspección relevante para la seguridad o la superación de algún umbral correspondiente a los Indicadores de Funcionamiento, se adoptan medidas correctoras en función del impacto de dichas deficiencias.
La Matriz de Acción integra la información procedente de los indicadores y de los hallazgos de inspección, y establece las acciones a realizar por los titulares y el CSN en función de la relevancia de los resultados de la supervisión, proporcionando una visión global sobre la situación de las centrales.
Los resultados de estas revisiones se documentan y se traslada la información por escrito al titular, indicando en qué columna de la matriz se sitúa. Tras la evaluación del último trimestre del año las conclusiones son presentadas formalmente por el CSN en el emplazamiento de cada central a su personal directivo, con quien se discute el funcionamiento anual de la planta.