En el tercer trimestre se categorizaron 38 hallazgos de inspección, todos ellos considerados de "muy baja importancia para la seguridad" (clasificados con el color verde).

En cuanto a los indicadores, se mantuvieron como en los últimos trimestres: los 16 son de muy baja importancia para la seguridad (color verde) en todas las centrales, salvo dos considerados de importancia entre baja y moderada (color blanco), en Ascó I y en Cofrentes respectivamente.

Con estos resultados, unidos al historial reciente de cada central, seis centrales se mantuvieron en situación de "respuesta del titular", lo que implica que el CSN aplicará el programa básico de inspección y supervisión.

Cofrentes, debido al un indicador blanco antiguo, siguió en "respuesta reguladora", lo que ha conllevado la realización por parte del titular de un análisis para determinar la causa de los fallos identificados y establecer las acciones correctivas correspondientes.

Ascó I también permaneció en dicha columna ("respuesta reguladora") debido a un anterior indicador blanco y a que en el segundo trimestre de 2011 el CSN identificó un hallazgo de inspección, categorizado como blanco, en el pilar de seguridad de sucesos iniciadores.

El hallazgo se debió a deficiencias de los procedimientos de operación que ocasionaron el suceso ocurrido el día 27 de abril, durante la pasada parada de recarga, consistente en el vertido de unos 25 m3 de refrigerante del reactor desde el circuito primario al sumidero de la contención, que mojó el calzado de 14 trabajadores que estaban por la zona y que fue clasificado nivel 1 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES). Dicho hallazgo permanecerá en la matriz de acción al menos otros dos trimestres, de acuerdo con lo establecido por metodología SISC para los hallazgos relevantes.