CSN La misión ha supuesto una oportunidad de intercambio de experiencias y de puesta en común de lecciones aprendidas - Alfa 39 Revista Alfa

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La misión ha supuesto una oportunidad de intercambio de experiencias y de puesta en común de lecciones aprendidas

Texto: José Manuel Redondo, subdirector general de Energía Nuclear del Ministerio para la Transición Ecológica

En cualquier ámbito de actividad, los comportamientos rutinarios o endogámicos de la organización que en él desarrolla sus actuaciones pueden dar lugar a una pérdida de la eficacia en el cumplimiento de sus objetivos, o incluso, a resultados no deseados.

Por ello, para cualquier organización es de gran utilidad que alguien ajeno a su funcionamiento cotidiano –con la necesaria cualificación y desde una perspectiva a veces diferente a la que dicha organización está habituada–, realice una auditoría de sus procedimientos de actuación en los que, en ocasiones, por desviaciones inadvertidas adquiridas con el tiempo, puede haber alguna cuestión no debidamente atendida, o incluso, algún ‘ángulo muerto’, en relación con aspectos que pueden incidir en la consecución de sus objetivos.

En esta consideración, en el ámbito de la energía nuclear son de gran utilidad las comparaciones internacionales que se llevan a cabo mediante revisiones por pares, tomando como referencia los estándares del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que sirven como método de contrastación y búsqueda de las mejores referencias posibles para tratar de alcanzar los máximos niveles de seguridad en la utilización de esta energía de tan particulares características.

No es fácil encontrar otro ámbito de actividad en el que la utilización de estas revisiones internacionales por pares tenga una mayor aplicación que en el de la energía nuclear, lo que posiblemente sea debido, entre otras cosas, a que los organismos internacionales relacionados con esta energía, las autoridades regulatorias nacionales y la industria nuclear son conscientes de que un accidente nuclear en cualquier lugar del mundo es un accidente nuclear en todo el mundo.

Con la realización de estas revisiones, el OIEA brinda al país que la solicita una posibilidad única para que expertos independientes de alto nivel lleven a cabo una exhaustiva y rigurosa evaluación de la estructura administrativa, el marco reglamentario y la asignación de responsabilidades con que cuenta dicho país para cumplir el objetivo fundamental de proteger a la población y al medio ambiente de los riesgos que plantea la utilización de la energía nuclear y la gestión de los residuos resultantes de su uso.

Por lo que respecta al ámbito de la Unión Europea, con el objetivo de lograr una mejora continua de la seguridad nuclear, la Directiva 2009/71/Euratom, por la que se establece un marco comunitario para la seguridad nuclear de las instalaciones nucleares, modificada por la Directiva 2014/87/Euratom, obliga a los Estados miembros a llevar a cabo, al menos cada diez años, una autoevaluación de su marco nacional y autoridades reguladoras competentes, y a organizar una revisión internacional inter pares de las partes pertinentes de su marco o autoridades nacionales.

En esta Directiva se señala que estas revisiones internacionales inter pares de las infraestructuras legislativa, reguladora y organizativa, deben tener como objetivo reforzar y mejorar el marco nacional de los Estados miembros, sin dejar de reconocer sus competencias en la garantía de la seguridad de las instalaciones nucleares en su territorio.

Por otra parte, el Real Decreto 102/2014, de 21 de febrero, para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos, que traspone la Directiva 2011/70/Euratom, por la que se establece un marco comunitario para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y de los residuos radiactivos, dispone que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Consejo de Seguridad Nuclear organizarán periódicamente, y como mínimo cada diez años, la realización de autoevaluaciones de su marco legislativo, reglamentario y organizativo para la gestión del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos, seguida de una misión de revisión inter pares por parte de expertos internacionales.

Teniendo en cuenta estas exigencias comunitarias, en junio de 2016, a instancias del Consejo de Seguridad Nuclear y de la Dirección General de Política Energética y Minas, la Representación Permanente de España ante los Organismos Internacionales con sede en Viena solicitó al OIEA la realización en España de una misión IRRS, de revisión del marco regulador en materia de seguridad nuclear, junto con una misión ARTEMIS, de revisión del marco relativo a la gestión de los residuos radiactivos. Cabe recordar que nuestro país ya se desarrolló una misión IRRS en el año 2008, que tuvo su continuidad en la misión de seguimiento que se llevó a cabo en el año 2011.

Revisión novedosa

El hecho de que por parte de España se solicitara este tipo de misión ‘combinada’ IRRS-ARTEMIS –que supone una novedad dentro de los servicios de revisión que, hasta ahora, ha venido ofreciendo el OIEA–, tenía como objetivo tratar de aprovechar las sinergias posibles, dada la interrelación existente entre algunas de las cuestiones que son objeto de análisis en ambas misiones.

La organización que se somete a esta revisión internacional ha de llevar a cabo, previamente, una exhaustiva autoevaluación –que supone una auténtica radiografía (o más bien, un TAC), de su funcionamiento–, lo que constituye uno de los mayores beneficios de este tipo de misiones, siendo las conclusiones de este autodiagnóstico un input de particular relevancia para la obtención de los mejores resultados en el posterior proceso de evaluación externa.

Por ello, eltrabajo previo llevado a cabo por el personal del CSN, de Enresa y de la Subdirección General de Energía Nuclear del Ministerio para la Transición Ecológica, han sido factores fundamentales para la consecución del éxito de esta misión combinada, además de, obviamente, el alto nivel y la dedicación de los 32 expertos internacionales que han participado en ella entre el 14 y el 26 de octubre de 2018.

Por lo que respecta al componente ARTEMIS de la misión, cabría señalar que las principales recomendaciones resultantes de la misma se refieren a cuestiones que ya habían sido puestas de manifiesto en la autoevaluación previa, lo cual no va en detrimento del éxito de esta misión, ya que se puede decir que ésta ha supuesto también, más que un control o un juicio, una oportunidad de intercambio de experiencias profesionales y de puesta en común de lecciones aprendidas y buenas prácticas, dentro de un espíritu de apertura y cooperación.

En todo caso, este proceso de revisión no termina con la presentación de los resultados de las evaluaciones, con sus correspondientes recomendaciones, sugerencias y buenas prácticas, sino que continúa con la aplicación de los mismos, que es lo que realmente permitirá que esta misión combinada IRRS-ARTEMIS cumpla sus objetivos.