El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha inaugurado esta mañana un nuevo ciclo de conferencias destinadas a divulgar y acercar a la ciudadanía aspectos relacionados con el ámbito de la seguridad nuclear y la protección radiológica. Esta primera jornada ha contado con la ponencia del director de la Oficina de Coordinación de la Seguridad Tecnológica y Física del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Gustavo Caruso, quien ha impartido la conferencia titulada: “Lecciones del accidente de Fukushima Daiichi: Informe del OIEA”.

La jornada, que ha contado con la presencia del Pleno del CSN, ha sido inaugurada por la consejera Elvira Romera, quien tras sus palabras de bienvenida, ha repasado la extensa trayectoria profesional del ponente. Al término de la conferencia, los asistentes han participado en un debate, que ha sido moderado por la propia consejera.

Caruso ha introducido su presentación explicando a los asistentes que tras el accidente ocurrido el 11 de marzo de 2011 en la central nuclear Fukushima Daiichi (Japón), el OIEA comenzó a trabajar en la elaboración de un informe para abordar las causas y consecuencias del accidente, así como las enseñanzas extraídas.

Como responsable de la coordinación del trabajo de preparación y publicación del Informe del OIEA, Caruso ha efectuado una presentación dividida en tres bloques en los que ha abordado los siguientes aspectos: la situación previa al accidente nuclear, en la que Japón acogió una misión de verificación internacional (IRRS) en la que se identificaron algunos aspectos que pudieron influir en el accidente; la gestión del mismo y, por último, las principales observaciones y lecciones aprendidas. 

En cuanto a la gestión del accidente, ha realizado un breve repaso de la secuencia de los hechos, las medidas de respuesta adoptadas, tanto en Japón como en el plano internacional, las consecuencias radiológicas para las personas y el medio ambiente, así como los trabajos de recuperación, fase en la que se encuentra actualmente.

Respecto a las principales observaciones y lecciones aprendidas, el director ha concluido su exposición remarcando la importancia de los factores humanos y organizativos, además de los técnicos. Del mismo modo, ha destacado que el accidente puso de relieve la importancia de una cooperación internacional eficaz para intercambiar experiencias y trabajar conjuntamente en una mejora continua de la seguridad nuclear.

Gracias a una extensa labor de colaboración internacional, en la que participaron cinco grupos de trabajo, integrados por unos 180 expertos procedentes de 42 Estados miembros y varios órganos internacionales, el Informe del Director General sobre el accidente de Fukushima Daiichi y sus cinco volúmenes técnicos fueron publicados por el OIEA en agosto de 2015. Fruto de las evaluaciones llevadas a cabo, el informe contiene 45 principales observaciones y lecciones aprendidas. 

Con más de 35 años de experiencia en las áreas relacionadas con la seguridad nuclear tecnológica, Caruso inició su carrera en la Autoridad Regulatoria Nuclear de Argentina (ARN). Se unió al OIEA en 2005, al ser nombrado jefe de la Sección de Actividades de Reglamentación. Tras el accidente de Fukushima Daiichi, fue designado coordinador especial del Plan de Acción del OIEA sobre Seguridad Nuclear y dirige, desde 2016, la coordinación de las actividades del Organismo Internacional de Energía Atómica en las áreas de Seguridad Tecnológica de las Instalaciones Nucleares; la Seguridad Radiológica, del Transporte y de los Residuos; así como de la Seguridad Nuclear Física.

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