El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha participado hoy en un ejercicio Convex en el que ha colaborado con el organismo regulador francés, la Autorité de Sûreté Nucléaire (ASN). Se trata de un simulacro que se realiza periódicamente a instancias del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en los distintos países miembros, y en el que el OIEA plantea un escenario que cada país debe adaptar a su contexto nacional, en cumplimiento de la normativa ENATOM (Manual de Notificación de Emergencias y de Asistencia Técnica y Operativa).

En esta ocasión dicho escenario ha consistido en un accidente ocurrido en una central nuclear de 3.000 megavatios situada a un kilómetro y medio de un río que hace frontera con otro país.

El primer comunicado del OIEA ha informado de una pequeña pérdida de refrigerante, por lo que el titular ha declarado situación de emergencia en el emplazamiento. Además, se ha producido cierta emisión de radiactividad desde el circuito primario hacia el interior del edificio de contención. Ante esta situación, el Consejo de Seguridad Nuclear ha activado la Sala de Emergencias (SALEM) y ha recomendado, como medida preliminar, el control de accesos en un radio de 10 kilómetros. El CSN ha informado además a los servicios de Protección Civil.

En un segundo comunicado, el CSN ha notificado un empeoramiento de la situación dentro de la planta afectada: los sistemas de refrigeración en emergencias no estaban disponibles, todos los sistemas de detección indicaban que se trataba de una pérdida de refrigerante grande y los monitores de radiación del edificio de contención indicaban que se habían producido daños en el núcleo del reactor, por lo que habría que proceder a ventear la contención en un periodo de dos horas, para evitar que ésta se rompiera por un exceso de presión. La central ha declarado situación de emergencia general, y el OIEA ha recomendado varias medidas de protección. Por un lado, la profilaxis radiológica y el confinamiento en un radio de dos kilómetros y, por otro, la prohibición de cualquier utilización del agua, así como la pesca y la realización de actividades de recreo en el río. Por último, se ha iniciado un programa de vigilancia para la caracterización del agua y las orillas del río, que habría sido contaminado por una supuesta mala maniobra en el colector del refrigerante.

Este suceso habría sido clasificado como nivel 5 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES). Con este simulacro, el CSN y la ASN han realizado comprobación de sus respectivas evaluaciones de la situación y un examen de sus sistemas de comunicación, y han comprobado que funcionan de manera óptima.