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Clasificación de residuos radiactivos

Clasificación de residuos radiactivos

Desde el punto de vista de su gestión final, la clasificación de residuos radiactivos en España tal y como se refiere en los sucesivos informes nacionales sobre la Convención para la Seguridad de la Gestión del Combustible Gastado y de los Residuos Radiactivos (Convención Conjunta), consta de las siguientes categorías:
 
  1. Residuos de muy baja actividad (vida corta y media).
  2. Residuos de muy baja actividad (vida larga).
  3. Residuos de baja y media actividad (vida corta y media).
  4. Residuos de baja y media actividad (vida larga).
  5. Residuos de alta actividad.
 
La clasificación tiene en cuenta la actividad inicial de los residuos y el periodo de semidesintegración de los radionucleidos que  contienen mayoritariamente, que pueden ser de vida corta y media (menor de 30 años),  o bien de vida larga cuando su periodo de semidesintegración es superior a este valor.
 
La tabla siguiente (incluida en el 4º informe nacional de la Convención Conjunta) muestra la  clasificación de los residuos radiactivos en España con sus vías de gestión ya operativas o previstas.
 

 

 

Los denominados residuos radiactivos de baja y media actividad (vida corta y media) son aquellos cuya actividad se debe principalmente a la presencia de radionucleidos de periodo de semidesintegración corto o medio (inferior a 30 años), y cuyo contenido en radionucleidos de vida larga es muy bajo y se encuentra limitado.
 
Los denominados residuos radiactivos de muy baja actividad (vida corta y media) podrían definirse como un subconjunto de los anteriores cuando solo alcanzan unas concentraciones de actividad del orden de 10 a 1000 Bq/g. En España se ha establecido desde 2008 una gestión final diferenciada mediante sistemas de almacenamiento final adecuados al riesgo radiológico que suponen.
 
Los residuos radiactivos de muy baja actividad de vida larga generados en España, proceden de las actividades mineras y de fabricación de concentrados de uranio y contienen  radionucleidos de las cadenas de desintegración del uranio (238) y torio (232), que tienen en general periodos de semidesintegración muy elevados. En España la gestión de este tipo de residuos radiactivos se lleva a cabo hasta la fecha mediante el apilamiento y la estabilización in situ en las propias instalaciones productoras.
 
Los denominados residuos radiactivos de alta actividad, son los que contienen emisores alfa de vida larga, con período de semidesintegración superior a 30 años, en concentraciones apreciables y pueden generar calor por efecto de la desintegración radiactiva, ya que su actividad específica es elevada. El principal exponente de estos residuos es el combustible gastado descargado de los reactores nucleares. Adicionalmente, a efectos de gestión integral, se incluyen también en este conjunto aquellos otros residuos de Media Actividad que por sus características no son susceptibles de ser gestionados de forma final en las condiciones establecidas para “El Cabril” y requieren instalaciones específicas para ello. La solución temporal para todo este conjunto de residuos radiactivos consistirá en su almacenamiento en el  Almacén Temporal Centralizado (ATC).
 
Los residuos radiactivos pueden también clasificarse siguiendo otros criterios: en función de su origen, por su estado físico (líquido, sólido o gaseoso), por sus propiedades (compactable/no compactable, incinerable/no incinerable, metálicos…).