CSN Elvira Romera, consejera del Consejo de Seguridad Nuclear - Alfa 45 Revista Alfa

Skip to Content

Your version of Internet Explorer is not adequate for correct display of this website. You must use Internet Explorer 9 or better.

Accept

Contenido principal

Alfa 45

En este número de Alfa incluimos un texto sobre otro tipo de aceleradores de partículas, los adaptados a la medicina, de los que de momento, solo cinco países cuentan en sus hospitales con ellos. Sus enormes dimensiones requieren una gran inversión a largo plazo hasta que se consiga reducir su tamaño.

El futuro pasa por un pequeño pueblo de Granada, Escúzar, en el que se podría conseguir la fusión nuclear si finalmente es designado como sede de la instalación IFMIF-DONES. En este número de nuestra revista describimos cómo es este proyecto, que busca allanar el camino de la fusión nuclear.

Como cierre a la parte más divulgativa de Alfa ofrecemos un reportaje sobre la banda sonora de la era atómica en Estados Unidos. Desde Bob Dylan hasta Crosby, Stills & Nash repasamos la euforia inicial tras el lanzamiento de las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki hasta el temor cuando la URSS desarrolló esa tecnología pocos años después (aquí puedes escuchar las canciones que se mencionan en el artículo).

Back

Elvira Romera, consejera del Consejo de Seguridad Nuclear

Elvira Romera Gutiérrez (Granada, 1969) se licenció en Ciencias Físicas y se doctoró en Física por la Universidad de Granada, la misma en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera investigadora y docente y en la que es, desde 2016, catedrática de Física Atómica, Molecular y Nuclear. Ha realizado estancias de investigación en Alemania (Bonn y Tübingen), Hungría (Debrecen) y Argentina (La Plata). Su proyección internacional se completa con numerosas colaboraciones con científicos de diversos centros europeos, americanos y asiáticos. Ha dirigido nueve proyectos de investigación y participado en otros diecinueve. Es autora de más de 100 publicaciones, de las cuales 86 son artículos incluidos en los Journal Citation Reports de la Web of Science. Sus áreas de investigación incluyen las transiciones de fase topológicas y propiedades electrónicas en materiales nanoestructurados de baja dimensionalidad, las transiciones de fase cuántica, dinámica de sistemas hadrónicos e interacciones entre bosones y hadrones, entre otros muchos. En su faceta como gestora, ha sido miembro del Consejo Asesor del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI) y responsable de uno de sus grupos; y ha pertenecido al Consejo de Gobierno de la Universidad de Granada, donde también ha ocupado otros cargos. También ha sido miembro de la Junta de Gobierno de la Real Sociedad Española de Física, cuya sección local granadina presidió, y dirigió el Instituto Interuniversitario de Investigación Carlos I de Física Teórica y Computacional desde 2014 hasta su incorporación al Consejo de Seguridad Nuclear, en marzo de 2019, como consejera del organismo.

Ignacio Fernández Bayo | Periodista científico

“La principal fortaleza del Consejo reside en el gran rigor e independencia de sus técnicos” 

Elvira Romera asegura que su propuesta de nombramiento como miembro del Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear le generó una gran ilusión. Reconoce que la experiencia le está resultando muy interesante y abriéndole nuevas perspectivas, diferentes a las que está acostumbrada a tratar en la complejidad de sus ámbitos de investigación, que reconoce difíciles de explicar a nivel divulgativo. Mujer prudente, durante la entrevista medita las respuestas y evita atribuirse méritos que no le correspondan; por ejemplo, a la hora de hablar de temas en los que sus compañeros del Pleno ejercen la principal responsabilidad.

PREGUNTA: ¿Hasta qué punto conocía el CSN antes de que le ofrecieran integrarse en su Pleno?

RESPUESTA: Conocía muy poco, la verdad. Ahora lo conozco mucho mejor y después de un año y medio ya voy haciéndome una idea de todo el trabajo que se gestiona, la responsabilidad que supone. Realiza una labor importantísima y creo que la gente no es consciente de eso, porque es verdad que es un gran desconocido, lo cual es sorprendente dada su importancia a nivel medioambiental, a nivel sanitario y a nivel energético, pero su actividad pasa desapercibida.  

P: ¿Le ha sorprendido algo al ir conociéndolo?

R: La palabra no sería sorprender, me ha resultado y me sigue pareciendo muy interesante.

P: Con esa experiencia de año y medio, ¿cuáles le parece que son las fortalezas del Consejo?

R: Como cosas positivas, en primer lugar, yo destacaría a sus trabajadores. El Consejo está formado por técnicos con un alto nivel de formación que se esfuerzan por hacer un trabajo riguroso, con una gran independencia y hay que destacar la formación permanente que realizan. Esa es su principal fortaleza. Prueba de ello es que, a nivel internacional, tanto en el OIEA como en la NEA, los técnicos del Consejo tienen muy buena reputación. Y esas mismas relaciones internacionales también son otra fortaleza del Consejo. Se trata de una actividad importante, porque permite intercambiar experiencias y fomentar la cultura de seguridad, y España tiene un papel muy activo en esas relaciones. Puedo añadir que en el CSN se respira un buen ambiente de trabajo y que no solo los técnicos realizan una excelente labor; también el personal administrativo y laboral realiza un gran trabajo y contribuye a que el Consejo funcione muy bien.

P: ¿Y qué aspectos del Consejo habría que mejorar, qué retos afronta?

R: Siempre hay posibilidades de mejora. Una de ellas es la que ha puesto de manifiesto la misión IRRS-Artemis y que ya se está abordando desde el Pleno, que es hacer un análisis sistemático de competencias para adaptar la formación a las necesidades del CSN. El otro objetivo de mejora es la transformación digital, que es una puesta a punto continua en el uso de las tecnologías, incluyendo la adaptación al teletrabajo, que ha precipitado la pandemia.

P: Esta transformación digital ¿cómo se está llevando a cabo?

R: Hay una comisión encabezada por el presidente del CSN y en la que hay consejeros y técnicos y que se está haciendo en colaboración con una consultora. La idea es mejorar diferentes aspectos. Esto viene motivado principalmente por la pandemia y por la necesidad derivada del teletrabajo. Está basada en tres principios. La transformación tecnológica, tener en cuenta la evolución de los sistemas y la automatización de operaciones, potenciar la ciberseguridad y ampliar las herramientas de administración electrónica, mirando a la sociedad, ampliar las herramientas que actualmente tenemos. Hay otro principio que es la transformación organizativa, la idea es potenciar los sistemas de gestión basados en datos. Y, por último, hay la transformación cultural, que incluye la captura y desarrollo del talento digital y además una potenciación de todo lo que esté orientado a la ciudadanía y al usuario. Todas las aplicaciones que faciliten el intercambio de información.

P: ¿Cuándo dice ciudadanía está pensando en la sociedad en general?

R: Sobre todo, pienso en los usuarios, entendiendo no solo a los titulares sino a la gente interesada en saber qué ocurre en el CSN. Hay que distinguir la gente que accede para solicitar algo, como un licenciamiento o un servicio, de la gente que accede para obtener información, que no son exactamente usuarios. La web del Consejo debe facilitar su acceso a ambos.

P: Precisamente, una de las tareas encomendadas al Consejo es acercarse a la sociedad en su conjunto, transmitirles no solo lo que se hace sino tranquilizar a la ciudadanía de que todas estas actividades están bien controladas.

R: Es verdad que cuando hablas a los ciudadanos del Consejo de Seguridad Nuclear no sabe qué actividades se realizan en el CSN. Quizás no hemos sabido transmitirlo todo lo bien que deberíamos, y eso es un área de mejora importante, pero estamos haciendo bastante trabajo ahí.

P: Usted me ha facilitado un listado de las actuaciones del Consejo en las que participa y, si le parece, vamos a repasarlas. Entre ellas se encuentra la mejora del sistema de inspección. ¿Es que se está haciendo mal?

R: No, no. La idea es la siguiente, nosotros cuando llegamos hicimos una reunión de trabajo con la dirección de la casa y uno de los puntos tratados que vimos que era importante, que los propios técnicos de la casa proponían, era la creación de un grupo de trabajo para analizar las posibles mejoras de los procesos de inspección, tanto internamente como en su relación con los titulares. En diciembre del año pasado la Dirección de Seguridad Nuclear nos remitió un informe con los puntos que consideraban tratar como mejoras. En primer lugar, revisar el documento marco del proceso de inspección que se aprobó en 2017; otra cosa relevante es automatizar la elaboración de las actas de inspección, como hace la NRC; también hacer un catálogo de formación para la inspección; y disponer de un carnet de acreditación para los inspectores ante los titulares, cuya creación se publicó en el BOE el 23 de marzo y ya lo tienen. Son esas pequeñas cosas las que se están mejorando.

P: También está implicada en el impulso de nuevos acuerdos de encomienda de funciones con las comunidades autónomas, ya que algunas no lo tienen. ¿Está en camino algún acuerdo nuevo?

R: No todas las comunidades parecen igual de interesadas. Las más interesadas inicialmente fueron las más reivindicativas. El Parlamento nos ha pedido que impulsemos el establecimiento de encomiendas con las comunidades con las que ahora no hay y ese encargo me lo hizo el Pleno. De momento, hemos estado hablando con los diferentes gobiernos regionales sobre la posibilidad que tienen de establecer estos acuerdos. Lo que realmente se encomienda es la inspección y evaluación de las instalaciones de segunda y tercera categoría. Es algo muy acotado y, por ejemplo, las centrales nucleares no se incluyen. El problema es que conseguir inspectores es complicado porque hay que tener una plantilla, lo que supone un presupuesto, aunque la formación la hace siempre el Consejo. Algunas comunidades lo están valorando, otras se han puesto ya a trabajar en ello y algunas más lo ven a más largo plazo.

P: ¿Y hay perspectivas de que se consiga firmar pronto con alguna?

R: Con el tema de la pandemia los contactos establecidos se retrasaron hasta después del verano, pero para este tipo de negociaciones la resolución es más difícil. Hay una situación de cierto bloqueo y en su momento habrá que retomar los temas, pero estamos en una etapa de reflexión. El resultado se verá a más largo plazo. Lo que sí hemos hecho ha sido revisar los criterios, que llevaban mucho tiempo sin revisar. Propusimos en un Pleno, en octubre de 2019, revisarlos, incluyendo la experiencia de los últimos 15 años, porque estos criterios se habían aprobado en 2005 y solo se había introducido una pequeña revisión en 2015 para incluir un tema económico sobre la gestión de los fondos para la encomienda. En esta revisión de criterios se ha tenido en cuenta la experiencia de los últimos 15 años, tanto por parte del CSN como de los encomendados. Y el documento con los cambios se aprobó el 3 de junio de 2020.

P: ¿En qué consisten esas modificaciones?

R: Son cosas muy técnicas y de funcionamiento interno. Tuvimos reuniones con inspectores de las encomiendas y pusieron de manifiesto algunos problemas que había que resolver. No tienen que ver con las funciones que asumen ni con materias económicas, sino con el día a día. Por ejemplo, si en los criterios ponía que había que revisar una cosa cada dos meses y se venía revisando cada mes. Son cosas del funcionamiento, pero los inspectores querían tener unos criterios oficiales que se ajustaran a lo que realmente se estaba haciendo.

P: ¿En general, el CSN está satisfecho con estos acuerdos?

R: Sí. Ha habido alguna discrepancia, algún problema puntual, como que un inspector no esté haciendo las tareas adecuadamente, pero eso se trata en las reuniones anuales que se realizan con cada comunidad y se solucionan. Se trata de que las administraciones autonómicas se involucren en estas actividades que a todos nos incumben, y para el CSN tiene la ventaja de no tener que desplazar a sus inspectores por toda España, especialmente a las islas, con el coste de esfuerzo, tiempo y económico que supone.

P: Cuando la inspección encuentra un problema ¿es el CSN quien actúa?

R: Jurídicamente el CSN es el que tiene la titularidad, aunque haya encomienda, y por tanto es el responsable final de las medidas que haya que tomar.

P: Usted también ha mencionado que está trabajando en el impulso y seguimiento de los planes de emergencia radiológica, también en colaboración con las comunidades autónomas. ¿Qué papel juega el CSN en este aspecto, dado que no es una responsabilidad suya?

R: Según la Directiva Básica de Planificación de Protección Civil ante el riesgo radiológico, las comunidades autónomas tienen que establecer estos planes especiales ante emergencias radiológicas. Estos planes los desarrolla y aprueba la autoridad competente de la comunidad autónoma y luego los tiene que homologar Protección Civil a nivel nacional. Además, tienen que tener el visto bueno del Consejo. Lo que se estableció en la Directiva es que el Consejo hiciera una guía para desarrollar esos planes. Además, para facilitar el trabajo, el Consejo ha establecido convenios con las comunidades autónomas para orientar la elaboración de los planes y que cuando los terminen estén ya prácticamente listos para darles el visto bueno. La labor del Consejo aquí es solo la de ayuda. Muchas comunidades lo tienen ya establecido, pero faltaban algunas. Y el Pleno me encomendó impulsar su elaboración y nos pusimos en contacto con esas comunidades y la respuesta ha sido muy positiva. Están ya trabajando en ello, aunque la pandemia ha retrasado su elaboración.

P: Usted preside la Plataforma Nacional de I+D en protección radiológica ¿Cuál es su objetivo?

R: Se trata de una plataforma que está realizando un trabajo muy interesante, ya que pretende fomentar las sinergias y el intercambio de conocimientos entre grupos de investigación que trabajan en protección radiológica, tanto de entidades públicas como privadas. Es semejante a la plataforma CEIDEN, que tiene una larga trayectoria en el sector nuclear, pero en el ámbito de la protección radiológica. Se creó en 2014 y en 2019 obtuvo el marchamo de plataforma tecnológica por parte del Ministerio y una subvención y este año hemos vuelto a solicitarla y ha sido concedida de nuevo.

P: ¿Quiénes forman parte de la plataforma?

R: Hay centros de I+D, universidades, hospitales, empresas del sector industrial y energético, suministradores de equipos, empresas de ingeniería… Se ha estructurado en grupos temáticos y en cada uno de ellos hay diferentes actores. Se están desarrollando proyectos de investigación muy interesantes. De momento hay diez grupo de trabajo, que recogen de forma muy completa los diferentes aspectos relacionados con la protección radiológica. En algunos de ellos participan miembros de los cuerpos de seguridad del Estado, como la guardia civil, y de Protección Civil.

P: ¿Siempre ha estado presidida por alguien del CSN?

R: Sí, siempre. No tiene aún personalidad jurídica, sino que cada proyecto lo asume uno de los participantes. Está constituida por una Asamblea General y un Consejo Rector, con un presidente y un secretario general. La gente del Consejo Rector es magnífica, son muy proactivos y están haciendo un trabajo excelente. Estoy muy contenta de estar ahí. Además, antes no podía ir a todas las reuniones de los grupos, pero como durante la pandemia se han hecho por videoconferencia he podido participar en casi todas.

P: Otro aspecto relacionado con la investigación es el de las cátedras del CSN, de las que usted coordina una. ¿En qué consiste su labor?

R: Sí, yo llevo la cátedra Juan Manuel Kindelán. Tal como están planteadas las cátedras actualmente lo que hacemos es dirigir la comisión de coordinación o seguimiento, donde el grupo que ocupa la cátedra nos muestra en qué ha invertido la ayuda. No se trata de controlar o supervisar sino de intercambiar opiniones y conocer la marcha de los proyectos. Para nosotros es importante comprobar que se produce un retorno, que el dinero que invertimos suponga un beneficio en forma de conocimiento.

P: Hasta ahora las cátedras estaban asignadas de forma estable a una Escuela Técnica, pero tengo entendido que en el futuro el Consejo quiere hacer convocatorias competitivas abiertas.

R: Esa es la intención, pero todo esto está costando un poco por las dificultades provocadas por la pandemia. No podemos difundir aún estas convocatorias hasta que no estén aprobadas y encima de la mesa. El modelo de una institución pública, como el Consejo, no es el mismo que el de las empresas privadas que financian cátedras, y por eso creemos que es más adecuado sacarlas a concurso mediante selección competitiva.

P: Dentro del apoyo a la investigación, el Consejo tiene también un Plan de I+D para subvencionar proyectos. ¿Cómo se encuentra actualmente?

R: El Programa de I+D se mantiene, pero es verdad que en los últimos años no se ha podido sacar la convocatoria de las subvenciones por la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado, pero espero que en 2021 podamos volver a convocar nuevos proyectos.

P: Usted participa en los comités de enlace con la Empresa Nacional del Uranio (ENUSA), el Ciemat y la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC). ¿Qué objetivo tienen esos comités?

R: El objetivo es mantener un contacto cercano con instituciones cuya labor es objeto de especial atención por parte del Consejo y se hacen una o dos reuniones cada año. Las actividades que se realizan son parte de nuestra rutina habitual. Cada consejero lleva algún comité de enlace y participa en otros. Por ejemplo, el del Comité de Energía Nuclear, con las eléctricas, es responsabilidad del consejero Javier Dies, el del Ciemat lo coordina el consejero Francisco Castejón, y lo mismo ocurre con el de Enresa, que lo lleva la consejera Pilar Lucio. Aunque podamos participar en algunos de ellos otros consejeros es de forma secundaria. Con Enusa, que es el que yo coordino, no hay ningún tema problemático actualmente.

P: También coordina el grupo que ha elaborado el informe nacional de cumplimiento de la Directiva 2014/87 de Euratom, sobre seguridad de las instalaciones nucleares. ¿En qué consiste ese informe y cómo se elabora?

R: Los estados miembros tienen que presentar un informe sobre la aplicación de esta Directiva explicando la forma en que se realiza su cumplimiento, con la asunción de la responsabilidad y el compromiso respecto a la seguridad nuclear. El informe lo presenta España, pero lo coordina el CSN, con la participación de todas sus unidades técnicas. Para darle un alto contenido institucional siempre ha puesto a un consejero como coordinador. Este informe había que presentarlo el 22 de julio de este año y a pesar de la pandemia se pudo presentar. La verdad es que el trabajo ha sido muy satisfactorio y agradezco la colaboración y contribución de todos los que han participado.

P: También ha participado en el octavo informe nacional de la Convención de Seguridad Nuclear.

R: En este informe el liderazgo es del consejero Javier Dies, pero yo le pedí participar para entrar en ese tema que me parece muy interesante. También se ha terminado y se iba a presentar este año, pero debido a la pandemia se ha pospuesto a 2023. Es un informe que se ha hecho de la forma más rigurosa y minuciosa posible. En su momento habrá que presentarlo, responder las preguntas que suscite entre los representantes de los países firmantes y luego se hace una evaluación del informe.

P: Al principio citaba la importancia de las relaciones internacionales. Dentro de este ámbito usted representa al CSN en el FORO Iberoamericano. ¿Qué importancia atribuye a su actividad?

R: No es el único lugar donde se tratan estas relaciones, ya que el OIEA tiene un Departamento que se ocupa de coordinar a los países iberoamericanos, pero el FORO tiene una creciente relevancia. En él participan 10 países y su función es la de intercambiar experiencias. Funciona mediante proyectos que coordina un comité técnico que preside un representante del CSN. Hasta la fecha se han desarrollado una docena de proyectos y realmente son de mucha utilidad.

P: España va a asumir la presidencia del FORO este 2021. ¿Supone ejercer alguna función relevante?

R: La presidencia es rotatoria y por orden alfabético d ellos miembros. Pasó de Colombia a Cuba y ahora le toca a España. Solo supone que nuestro país se encarga de organizar las reuniones y presidir el Plenario, que es el órgano soberano del FORO.