CSN El FORO Iberoamericano cumple 25 años - Alfa 51 Revista Alfa

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Alfa 51

Neutrones para iluminar la intimidad de la materia

En los reportajes divulgativos de este número, se incluye un análisis sobre la covid persistente, un fenómeno que ha sorprendido a los profesionales de la medicina. Nos adentraremos también en la instalación generadora de neutrones más potente del mundo, un centro de investigación multidisciplinar de última generación que entrará en funcionamiento en Suecia en 2027.

Podrás pasear con nosotros por el mundo del cine y la televisión y ver cómo se ha utilizado la energía nuclear para dar sentido científico a poderes extraordinarios como los que ostentan Godzilla, Hulk o Spiderman.

A través del resto de reportajes conocerás la historia de un reducido número de reguladores radiológicos y nucleares de países iberoamericanos que hace 25 años decidieron crear una de las primeras asociaciones en ese ámbito, el FORO. Además, abordamos la nueva definición del kilogramo a partir de la constante de Planck en el Sistema Internacional de Medidas. 

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El FORO Iberoamericano cumple 25 años

El FORO Iberoamericano cumple 25 años En la década de los 90, tras el accidente de Chernóbil en 1986, los organismos reguladores radiológicos y nucleares empezaron a crear asociaciones para el intercambio de información y experiencias, principalmente en el ámbito de la seguridad nuclear. Una de las instituciones pioneras en este ámbito fue el Foro Iberoamericano de Organismos Reguladores Radiológicos y Nucleares, conocido como el FORO, nacido el 9 de julio de 1997 en Veracruz (México) y formado originalmente por los organismos de Argentina, Brasil, Cuba, España y México, a los que se sumarían posteriormente las autoridades de otros seis países. La calidad de sus trabajos, especialmente los proyectos técnicos realizados, han convertido el FORO en un referente internacional y un ejemplo de colaboración en los ámbitos de la seguridad nuclear y el uso de las radiaciones ionizantes. El pasado julio, Madrid acogió la celebración del 25 aniversario durante la reunión anual de los organismos participantes. Texto: Alfredo de los Reyes | responsable de Relaciones Internacionales del CSN 

Hasta los años noventa del pasado siglo, las colaboraciones multilaterales se daban principalmente bajo la coordinación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) o de la Agencia de la Energía Nuclear (NEA) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que hasta entonces primaban más la parte promotora que la reguladora. Además, en muchas ocasiones, los retos de los Estados Miembros eran muy diversos, por lo que no siempre cubrían las expectativas concretas de muchos reguladores, cuya principal forma de colaboración era mediante el intercambio de información de forma bilateral. Por entonces, el Consejo de Seguridad Nuclear tenía firmados numerosos acuerdos bilaterales, pero los de mayor actividad eran los firmados con los países de origen de la tecnología de las centrales nucleares que se operaban en nuestro país: Estados Unidos, Francia y Alemania. Esta cooperación bilateral, que se ha mantenido, requería sin embargo muchos recursos ya que conllevaba encuentros bilaterales periódicos con decenas de países. Además, a pesar de que las reuniones bilaterales suelen ser encuentros muy eficientes, ya que solo dos partes acuerdan los temas de las agendas y ponen en común su experiencia, en ocasiones contar con más participantes permite plantear retos diferentes, por lo que permiten prepararse para futuras actividades.

Por este motivo algunos reguladores se plantearon crear asociaciones con un número limitado de miembros, pero con retos semejantes. La primera que se constituyó fue la Asociación Internacional de Reguladores Nucleares (INRA), que nació en enero de 1997 como el equivalente regulador del foro político intergubernamental G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido). Sin embargo, en 1987 Italia había celebrado un referéndum sobre el uso de la energía nuclear y como consecuencia del voto contario (80%), sus centrales aún en operación detuvieron definitivamente su actividad entre 1987 y 1990. Así, los demás reguladores de los países del G7, considerando que los temas de colaboración serían muy diferentes entre estados con programas nucleares o sin ellos, decidieron invitar a sus homólogos de España y Suecia (9 y 12 reactores en operación en 1997) a unirse a este grupo. Más adelante se constituirían la Asociación de Reguladores de Europa Occidental (WENRA), en 1999, y otras redes o asociaciones regionales como la asiática ANSN (2002), la africana FNRBA (2009), la árabe ANNuR (2010) y la de Europa y Asia Central EuCAS (2016).

Pero la primera asociación regional de reguladores nucleares que se creó fue el Foro Iberoamericano de Organismos Reguladores Radiológicos y Nucleares (FORO), pocos meses después de INRA. La iniciativa partió de dos grandes referentes internacionales de la regulación, el argentino Dan Jacobo Beninson y el español Juan Manuel Kindelán, a los que se unieron inmediatamente el brasileño José Mauro Esteves, el cubano Ulises Hernández y el mexicano Miguel Medina, todos máximos responsables de los organismos reguladores de sus países. El vínculo de estos cinco visionarios fue, no solo la posibilidad de intercambiar información en materia de seguridad nuclear desde una perspectiva y problemáticas similares, sino la posibilidad de hacerlo en un idioma común, o casi común, el español.

Así, en la reunión que mantuvieron en la ciudad mexicana de Veracruz firmaron el acuerdo constituyente del FORO el 9 de julio de 1997. A pesar de que los retos, infraestructuras reguladoras e intereses eran distintos (en Cuba no había reactores nucleares en operación, las tecnologías del parque nuclear de los otros cuatro países eran distintas y los organismos reguladores eran instituciones independientes o departamentos ministeriales) estaban creando la asociación regional de reguladores referente a nivel mundial del siglo XXI.

Las primeras reuniones de los máximos representantes de estos cinco organismos se fueron repitiendo anualmente en el país que ejercía la presidencia anual, siguiendo el orden alfabético. En sus primeros encuentros, tras poner en común sus retos y avances, debatían abiertamente sobre temas de interés común para mejorar sus prácticas de trabajo, pero, especialmente, creando un ambiente de confianza donde la transparencia pasó a ser rápidamente su seña de identidad.

Por entonces el FORO estableció sus objetivos y compromisos, definiendo su misión:

1. Promover la seguridad en todas las prácticas que utilicen materiales radiactivos y/o nucleares en la región iberoamericana.

2. Fomentar el intercambio de información y experiencias en materias de seguridad nuclear, radiológica y física entre sus miembros. Detectar, extraer, analizar y compartir conocimiento existente y nuevo, así como experiencias prácticas para mejorar la seguridad radiológica y nuclear en Iberoamérica.

3. Establecer relaciones con organismos nacionales, regionales e internacionales cuyas políticas y objetivos resulten de interés para el logro de sus objetivos.

Y su visión:

a. Ser una organización comprometida con la mejora de la seguridad radiológica y nuclear en la región iberoamericana, así como en el plano internacional. 

b. Ser un ámbito fructífero para el fortalecimiento de las instituciones reguladoras de la región iberoamericana a través del intercambio de información y experiencias, así como del trabajo en temas de mutuo interés en las áreas de seguridad radiológica, nuclear y física.

Poco a poco los responsables de las cinco instituciones reguladoras constituyentes —la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) de Argentina, la Comissão Nacional de Energia Nuclear (CNEN) de Brasil, el Centro Nacional de Seguridad Nuclear (CNSN) de Cuba, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de España y la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) de México— comprendieron que podían hacer mucho más que intercambiar información y decidieron iniciar un Programa Técnico común, desarrollando proyectos innovadores de interés compartido. Pero para ello, el FORO debía crecer, crear una infraestructura gestora y financiar la participación de sus expertos para participar en los grupos de trabajo que desarrollasen dichos proyectos.

De esta manera, en 2003 el FORO redacta su primer estatuto, que sería renovado en 2015, donde se establecen el Plenario, órgano rector integrado por los máximos representantes de los organismos miembros; el Comité Técnico Ejecutivo (CTE), para dar seguimiento al programa técnico; y la Secretaría, para la gestión administrativa y el seguimiento de las actividades institucionales. Además, para dar apoyo en la gestión del Programa Técnico, formalizar el acuerdo de cooperación establecido con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y para el Programa Extrapresupuestario para la Seguridad Nuclear en Iberoamérica con el que se financia el FORO (mediante las contribuciones voluntarias de sus miembros), se instaura la Secretaría Científica, ejercida por un alto representante del Departamento de Seguridad Nuclear del OIEA, que desde el CTE da seguimiento al Programa Técnico, evitando duplicidades, e identifica a los oficiales técnicos que participarán en cada proyecto del FORO.

Sin duda el gran hito del FORO es el inicio de su Programa Técnico, cuyos resultados serán implementados no solo en los países cuyos organismos reguladores son miembros de la asociación sino en toda la región iberoamericana y en muchos otros países de todo el mundo, y es lo que hará de él un referente internacional.

Con todo ello, el FORO ganó institucionalidad, visibilidad y el compromiso de los cinco organismos miembros para colaborar en busca de una mejora continua, ya no solo en el ámbito de la seguridad nuclear, tecnológica y física de sus reactores de potencia, sino de todas sus instalaciones y actividades que utilizan radiaciones ionizantes. Como todas las grandes instituciones, el FORO necesitaba además adaptarse a la realidad mediática internacional, y por ello decidió dotarse de una página web para dar mayor visibilidad a la propia asociación, presentar sus resultados y fomentar la colaboración entre los expertos de los organismos miembros. Nació así la RED (www.foroiberam.org).

Con la finalización de sus primeros proyectos, y dada la altísima calidad de sus resultados, el FORO consiguió ser reconocido por otras organizaciones. Afianzó su relación con el OIEA, empezó a colaborar con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP), la Asociación Internacional de Protección Radiológica (IRPA), la Asociación Europea de Autoridades competentes en Protección Radiológica (HERCA), la Asociación de Reguladores de Europa Occidental (WENRA) y la Red Europea de Organizaciones de Soporte Técnico (ETSON). También otros organismos reguladores de la región empezaron a interesarse en las actividades del FORO y solicitaron su incorporación en la asociación. Como consecuencia, en 2006 se incorporó la Autoridad Reguladora Nacional en Radioprotección (ARNR) de Uruguay, en 2008 la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), en 2010 el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), en 2014 el Ministerio de Minas y Energía (MINMINAS) de Colombia, en 2016 la Autoridad Reguladora Radiológica y Nuclear (ARRN) de Paraguay y, por último, en 2022 la Agência Portuguesa do Ambiente (APA).

El FORO, al cumplir sus 25 primeros años en 2022, es un referente internacional no solo por la calidad de sus 15 proyectosfinalizados, sino también por su sostenibilidad y el espíritu de colaboración de sus miembros. No es por tanto casualidad que en 2008 Argentina declarase de interés nacional las actividades del FORO: En los años 2010, 2011 y 2012, en las Cumbres Iberoamericanas de Mar del Plata (Argentina), Asunción (Paraguay) y Cádiz (España), los jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos reconocieron la labor desarrollada por el FORO y, desde 2013, las Resoluciones de la Conferencia General del OIEA alaban el trabajo del FORO y piden a su Secretaría que continúe apoyando sus actividades.

El programa técnico del FORO

En 2003 el FORO acordó lanzar un Programa Técnico y financiarlo con sus propias aportaciones, a través de un programa extrapresupuestario, gestionado por el OIEA. Este programa técnico está basado esencialmente en el desarrollo de proyectos y actividades de interés común, con la participación de los mejores expertos de los organismos miembros y de especialistas del OIEA (oficiales técnicos). Esta colaboración se basa en diversos principios entre los que destacan:

— Interés regulador: los principales beneficiarios son las autoridades reguladoras de la región.

— Originalidad: los proyectos y actividades son innovadores.

— Equidad: independientemente de las aportaciones para la financiación del FORO, todos sus miembros, en la medida de sus posibilidades y de su interés, pueden participar. Se redactaron unos procedimientos regulando cómo lanzar un nuevo proyecto o actividad, su aprobación, su desarrollo, su finalización y su difusión, basados en los mayores estándares de garantía de calidad y gestión de proyectos.

Así, ante un nuevo reto para alguno de los organismos miembros o una propuesta innovadora del Plenario u otro órgano del FORO, se identifican especialistas de las autoridades reguladoras y del OIEA que intercambian información sobre el tema. Si el conocimiento en alguno de los organismos miembros es suficiente para afrontar dicho reto, se transmite a los demás fomentando la colaboración entre especialistas. En caso contrario, si el tema identificado fuese también de interés para la mayoría de los miembros, el grupo de especialistas redacta una propuesta de proyecto con todos los datos requeridos en los procedimientos (objetivos, metas intermedias, cronograma, necesidades, identificadores y resultados esperados). El CTE revisa la propuesta, analiza su interés, su viabilidad y la posible colaboración con otras instituciones, además del OIEA, y hace una recomendación al Plenario para su aprobación. Tras el visto bueno, se comunica al OIEA que el nuevo proyecto será financiado mediante el Programa Extrapresupuestario y se solicita su participación.

Hasta la fecha, el FORO ha finalizado quince proyectos de gran complejidad reguladora, y se encuentra en proceso de desarrollo de otros siete, cubriendo prácticamente todas las áreas técnicas bajo la supervisión de sus organismos miembros: seguridad nuclear, protección radiológica, gestión de residuos, preparación y respuesta ante emergencias, licenciamiento de operadores, capacitación y gestión del conocimiento del personal regulador, seguridad física nuclear, transporte de material radiactivo…

Hacia una seguridad nuclear global

En 2022 el FORO está celebrando sus primeros 25 años de existencia, siendo un ejemplo de colaboración sostenible entre once organismos reguladores de la región iberoamericana. Su extenso Programa Técnico, con quince proyectos innovadores finalizados y otros siete en desarrollo, su RED para la difusión de sus resultados y la colaboración entre reguladores de la región y la estrecha colaboración con el OIEA y otras instituciones internacionales, han permitido mejorar la normativa y prácticas de trabajo de sus miembros.

Además, de acuerdo con su Plan de Acción, aprobado en 2020, el FORO quiere compartir sus resultados con todos los países interesados; para ello, además de ponerlos a disposición de todos a través de la RED, trabaja con el OIEA para su publicación (cinco TecDocs, un documento técnico, y cuatro resultados más en proceso de edición), y es miembro de la Red Global de Seguridad Nuclear y Física del OIEA (GNSSN), donde ha puesto su programa técnico a disposición de otras asociaciones de reguladores nucleares.

Como consecuencia, sus resultados están siendo ya empleados en muchos países de la región iberoamericana y son parte de la documentación base del Departamento de Cooperación Técnica del OIEA para sus cursos de formación y entre

namiento, con lo que, poco a poco, pasarán a ser muy probablemente utilizados en otros países fuera de esta región.

El reconocimiento al FORO no es solo evidente por las menciones que se han hecho de él en las resoluciones de las últimas conferencias generales del OIEA o las conclusiones de las cumbres de jefes de Estado de Iberoamérica, sino por las propuestas que recibe para colaborar con las principales instituciones internacionales en el ámbito de la seguridad nuclear y la protección radiológica y con otros organismos reguladores. El propio OIEA, que considera al FORO un socio prioritario, le invita a participar en las reuniones para definir la estrategia de su programa de cooperación en Latinoamérica y a intervenir en la mayoría de sus conferencias internacionales para la mejora del régimen global de la seguridad nuclear.