La Convención Conjunta sobre la Seguridad en la Gestión del Combustible Gastado y sobre la Seguridad de los Residuos Radiactivos, auspiciada por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que se celebra cada tres años en Viena, tendrá lugar en mayo de 2021.

Esta semana han comenzado por videoconferencia los trabajos de su séptima edición en la que España estará representada a alto nivel mediante la participación del consejero del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Francisco Castejón Magaña, como presidente del grupo 7 de países, y del técnico de Enresa, Emilio García Neri, como relator del grupo 3 de países. La preparación de este comité ha comenzado con la realización de un taller en el que participan todos los miembros de los comités entrante y saliente de la convención para compartir sus experiencias.

Para Francisco Castejón “es un éxito que España pueda contar con dos miembros en el comité de la Convención, puesto que supone una interesante capacidad de influencia y de obtención de información sobre las experiencia de la gestión de los residuos radiactivos a nivel internacional”. Además, señala el consejero del CSN, “el aprendizaje y seguimiento de buenas prácticas introducidas a nivel internacional así como la superación de los desafíos que van apareciendo en la gestión de los residuos radiactivos son dos objetivos primordiales de la participación española en la Convención”.

Asimismo, está contemplado que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) envíe un informe sobre la gestión de los residuos en España que será sometido a la revisión de la Convención, fuera de los grupos donde participen Francisco Castejón y Emilio García, para mantener su neutralidad.

El número de países participantes en la Convención ha pasado de 75 a 83, lo que demuestra el interés internacional creciente en intercambiar experiencias, problemas y buenas prácticas sobre la gestión de los residuos radiactivos y del combustible gastado de las centrales nucleares. La participación no se limita a las potencias nucleares, sino que se va extendiendo a otros países que solamente cuentan con instalaciones radiactivas de carácter médico e industrial.

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