El Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha sido informado de los resultados correspondientes al cuarto trimestre de 2017 del Sistema Integrado de Supervisión de Centrales (SISC).

El SISC tiene como objetivo la optimización y sistematización de la supervisión de las centrales nucleares, mediante el uso de una metodología integral que permite concentrar los esfuerzos en las áreas de mayor riesgo potencial, incrementar la transparencia del proceso de supervisión y dar respuesta a los objetivos estratégicos del CSN.

Entre octubre y diciembre  de 2017 se realizaron 36  inspecciones a las centrales nucleares en operación y se categorizaron 44 hallazgos de inspección que han sido clasificados como verdes, es decir de “muy baja importancia para la seguridad”. De estos 44 hallazgos, 14 corresponden a inspecciones realizadas en el trimestre anterior al evaluado.

Todos los indicadores de funcionamiento durante ese periodo se situaron  en la banda verde.

Una vez evaluados los resultados y unidos al historial reciente de cada instalación, en este cuarto trimestre todas las centrales nucleares en operación se encontraron  en la columna de “respuesta del titular” en la matriz de acción del SISC, debido a que todos los indicadores de funcionamiento estuvieron en verde y los hallazgos de las inspecciones fueron clasificados como verdes o como desviaciones menores. Esta columna implica que el CSN mantiene el programa básico de inspección y supervisión sin actuaciones especiales añadidas.

El Pleno también ha sido informado de la evaluación conjunta de los resultados obtenidos por estas instalaciones nucleares durante el ejercicio de 2017. De forma global, a lo largo de todo el año pasado, se realizaron 109 inspecciones a las centrales nucleares en operación y se identificaron 138 hallazgos de inspección, clasificados como verdes. Todos los indicadores de funcionamiento fueron también de color verde, con la excepción del Indicador de Fiabilidad de los Sistemas de Mitigación (IFSM) relativo a los generadores diésel de la central nuclear de Vandellós II, que estuvo en blanco en el primer trimestre del año.

Debido a ello, en este trimestre la central estuvo en la matriz de acción en la columna de “respuesta reguladora”, por lo que se realizó una inspección suplementaria de grado 1, de acuerdo con los procedimientos del SISC.

Adicionalmente se han realizado las consiguientes inspecciones de seguridad física          

El SISC analiza y clasifica la información de los indicadores de funcionamiento de las centrales y de los hallazgos de la inspección obtenidos, que se traduce en un código de colores que gradúa el riesgo y la importancia para la seguridad, el cual va desde el color verde, de baja importancia para la seguridad, seguido por el color blanco, correspondiente entre baja y moderada importancia, al que sigue como de importancia sustancial, el color amarillo, y situándose el nivel de importancia alta el color rojo.

Finalmente, los resultados se integran en una “matriz de acción”, que establece las acciones a realizar por los titulares y el CSN, en función de la relevancia de los resultados de la supervisión, proporcionando una visión global sobre la situación de cada una de las centrales.

La matriz consta de cinco columnas en función de los resultados obtenidos, que de menor a mayor supervisión por parte del CSN, se corresponden con las columnas de respuesta del titular, respuesta reguladora, pilar degradado, múltiples/repetitivas degradaciones, y funcionamiento inaceptable.

Según la posición en la matriz de acción, se llevan a cabo acciones correctoras y, en su caso, actuaciones reguladoras para corregir la situación.

Los resultados trimestrales, el histórico y los detalles sobre el funcionamiento pueden ser consultados desde el siguiente link:   http://www.csn.es/sisc/index.do.