El seguimiento y el análisis de la experiencia operativa, tanto propia como ajena, es una de las fuentes de información y realimentación más importante para el aprendizaje y la mejora de la seguridad y de la fiabilidad de cada instalación nuclear. Es esencial recopilar y analizar, de forma sistemática, la información  generada durante las distintas fases de la vida de una instalación, desde la construcción hasta la operación, cese de explotación y desmantelamiento. El titular debe analizar, no sólo lo ocurrido en la propia instalación, sino en todas las demás que pueda serle aplicable, con el objetivo de mantener y mejorar la seguridad de su instalación.

Anualmente, cada titular debe presentar ante el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) un informe sobre experiencia operativa específico de cada planta, que responde al condicionado de cada autorización de explotación. Estos informes se incluyen dentro del proceso de supervisión de cada instalación y se utilizan como información básica para la realización de las inspecciones que sobre experiencia operativa realiza el CSN.

El CSN hace seguimiento sistemático del tratamiento de la experiencia operativa por parte de las centrales y que se realizan inspecciones periódicas, dentro del PBI, y reactivas, en respuesta a incidentes