El consejero del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Fernando Castelló, ha participado en la inauguración de la Conferencia Internacional sobre el Fomento de la Aplicación Global de Programas de Clausura y Restauración Ambiental, que tiene lugar en Madrid del 23 al 27 de este mes.

En estas jornadas se intercambiarán y examinarán las enseñanzas extraídas de las actividades de desmantelamiento, clausura y restauración ambiental durante el decenio pasado. Entre los objetivos de la conferencia figuran concienciar sobre la necesidad de abordar el legado de actividades nucleares pasadas, determinar ámbitos prioritarios y recomendar estrategias para fomentar la ejecución segura y eficaz de programas de desmantelamiento, clausura y restauración ambiental.

Fernando Castelló ha destacado en su intervención los principales retos a los que se enfrenta un regulador relacionados con el desmantelamiento, desde un punto de vista normativo, como por ejemplo: dotar de un marco jurídico adecuado y dinámico en su aplicación, minimizar la producción de residuos, optimizar la protección radiológica de los trabajadores y  aplicar los criterios y principios para la liberación de emplazamientos del control regulador.

Para concluir, el consejero ha destacado la importancia de la cooperación internacional en este ámbito, para ayudar a los países que están comenzando a actuar en este campo y también para compartir las lecciones aprendidas con los países con más experiencia.

La conferencia cuenta con más de 500 expertos y técnicos de todo el mundo para estudiar las formas de avanzar en la clausura de instalaciones nucleares, así como en la restauración ambiental de emplazamientos con contaminación radiactiva residual.

España acoge esta conferencia del OIEA mediante la coordinación por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA), el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y la Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA). Este evento se celebra en colaboración con la Comisión Europea, la Agencia para la Energía Nuclear de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (NEA-OCDE) y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo.