El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha acordado emitir –tras la reunión del miércoles pasado– una Instrucción Técnica Complementaria (ITC) al titular de la central nuclear Vandellós II (Tarragona) relativa a los sistemas de filtración de aire de la instalación no relacionados con la seguridad nuclear.

Dichos sistemas, denominados HVAC, están presentes en el edificio auxiliar (GL), en el de desechos (GH), en el de control radiológico de acceso (GC), en la zona de solidificación (GZ) y en el taller caliente (GY).

En la ITC aprobada, el organismo regulador insta al titular de Vandellós II a instalar unidades de filtración mediante prefiltros y filtros HEPA para cada una de las ventilaciones mencionadas en el párrafo anterior.

Una vez que el titular reciba esta ITC, deberá remitir –en el plazo de cuatro meses– el plan para la instalación de las unidades de filtración solicitadas, de forma que se cumpla el criterio 60 de la Instrucción del CSN IS-27.

La ausencia de estas unidades de filtración no es un problema de seguridad nuclear, dado que dichas unidades no tienen como función la prevención y mitigación de accidentes de daño al núcleo del reactor pero sí un potencial problema de protección radiológica de los trabajadores, público y medioambiente en el caso de que se produjese un problema que generase emisión al exterior.

Las Instrucciones Técnicas Complementarias son de obligado cumplimiento, quedando sometidas, en caso de ser aplicable, a lo dispuesto en el Capítulo XIV de la Ley 25/1964, de 29 de abril, sobre Energía Nuclear.

Sistemas de ventilación. Antecedentes

A raíz del suceso de la emisión de partículas radiactivas en la central nuclear Ascó descubierto en 2008, el CSN emitió una Instrucción Técnica (IT) al resto de las centrales nucleares españolas, en la que se solicitaba el análisis y una revisión del diseño de los diferentes sistemas HVAC así como la identificación de potenciales vías de emisión no filtradas.

Tras diversas comunicaciones entre el regulador y el titular de Vandellós II, éste confirmó que cumplía los requisitos establecidos en la IS-27 y decidió no implantar el filtrado en ninguno de los sistemas, dada la complejidad de las modificaciones de diseño correspondientes, y teniendo en cuenta que la existencia de controles y prácticas de trabajo que minimizan la posibilidad de emisión y que, en caso de producirse, permitirían su detección.

Los sistemas de ventilación de esta instalación fueron incluidos en el Plan Base de Inspección del CSN y se efectuaron sendas inspecciones entre 2014 y 2016.

En la última Revisión Periódica de la Seguridad (RPS) remitida al CSN en marzo de 2019, el titular de la central indicó que, en relación con las acciones derivadas del suceso de 2008, se había implantado una modificación de diseño consistente en la instalación de compuertas en el sistema combustible gastado (GG), pero que no consideraba necesaria la implantación de filtros en ninguno de los sistemas no relacionados con la seguridad.

Por otra parte, en abril de 2021, el titular de Vandellós II identificó un incremento del valor de fondo en el monitor de radiación de la extracción de aire del sistema de ventilación del edificio de desechos radiactivos. Tras el análisis de la muestra extraída del interior del conducto donde se midió el aumento de radiación, el titular atribuyó este aumento a la presencia de Co-60, que en ningún momento fue emitido al exterior de la central.

Finalmente, el CSN ha aprobado emitir la mencionada ITC para que el titular de la central nuclear Vandellós II instale definitivamente un sistema de filtración en aquellos edificios auxiliares en los que no disponga de él y puedan procesar gases potencialmente radiactivos.

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