Tras realizar mediciones de radiación (emisores alfa en suelo) en cinco puntos de la central nuclear de Fukushima Daiichi, se han obtenido unos resultados que en todos los casos son, en valor total, similares a los habituales antes del accidente. Dichos valores de fondo son debidos a las pruebas nucleares en la atmósfera realizadas en los años 40 y 50 y las explosiones en Hiroshima y Nagasaki.

En dos de las muestras tomadas por TEPCO (a 500 metros en dirección oeste - noroeste y a 500 metros en dirección norte), se ha detectado plutonio-238 (Pu-238) en niveles ligeramente superiores a los medidos anteriormente al accidente en la planta.

De estos datos, TEPCO deduce que el aumento de Pu-238, aunque leve y sin riesgos para la salud, se puede deber al accidente ocurrido en las instalaciones de Fukushima.